Descansar en Dios y confiar plenamente en sus propósitos son de las promesas que encontramos constantemente en Su Palabra.

Hallar descanso en el Señor es el resultado de poner nuestra confianza en Él.

La razón del por qué estamos tan cansados, fatigados y estresados todo el tiempo, es porque estamos luchando con nuestras propias fuerzas.

Debemos de aprender a descansar en el Señor, no depender exclusivamente de nuestras fuerzas.

MI PRESENCIA IRÁ CONTIGO.

Una de las añadiduras por tener la Presencia de Dios es tener descanso.

Dios prometió a Moisés acompañarlo en su camino y darle descanso.

“Yo mismo iré contigo y te daré descanso respondió el SEÑOR.” (Exo 33:14, NVI)

Si consideramos que la Presencia de Dios está con nosotros debemos de vivir seguros y confiados; sin afanes, ansiedad, ni sobrecargados de preocupaciones.

Dios en su bondad, nos concede el descanso porque lo considera tan importante como el trabajo mismo.

Su Presencia produce descanso, confianza y paz; incluso por los momentos complicados o difíciles encontramos descanso en Dios.

Nuestro Dios como buen pastor nos hace descansar en verdes pastos.

Junto a aguas de reposo nos conduce.

El Señor como nuestro buen pastor está al pendiente que tengamos lugares de descanso.

POR EL BUEN CAMINO.

“Así dice el SEÑOR: Deténganse en los caminos y miren; pregunten por los senderos antiguos. Pregunten por el buen camino, y no se aparten de él. Así hallarán el descanso anhelado. Pero ellos dijeron: “No lo seguiremos.”” (Jer 6:16, NVI)

El Camino es Jesús.

No apartarse del camino del Señor produce descanso para nuestra alma; los caminos que elegimos muchas veces solamente producen afán, dolor y tristeza.

“Hay caminos que a uno le parecen correctos, pero en realidad llevan a la muerte.” (Pro 14:12, Spanish PDT)

Solo en Él encontramos la forma de despojarnos de cualquier peso que adoptamos en nuestra vida.

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Este mundo con sus afanes produce cansancio.

El pecado es un peso que tarde o temprano cansa, agobia y hace desfallecer.

La respuesta es llegar y depositar toda carga en Jesús.

“Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso.” (Mat 11:28, NVI)

Descansa En Dios.

La ansiedad es innecesaria; no tenemos necesidad de llevar las cargas cuando Él está dispuesto a llevarlas por nosotros.

En vano es angustiarse; la angustia no ha resuelto jamás ningún problema.

El Señor cuida de nosotros.

Depositemos toda ansiedad y afán sobre de Él.

“Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes.” (1Pe 5:7, NVI)

Tenemos el privilegio de echar toda ansiedad sobre el Señor.

Pero debemos tener la intensa confianza y fe de que Él tiene cuidado de nosotros.


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