Solo Somos Vasijas en Sus Manos

Pero tenemos este tesoro en vasijas de barro para que se vea que tan sublime poder viene de Dios y no de nosotros. 2 Corintios 4:6-8 (NBD)

No es muy fácil que reconozcamos nuestra condición terrenal, hechos de barro, somos frágiles y aparentemente no somos de mucho valor. Por consiguiente, vemos nuestra baja condición terrenal y no nos damos cuenta que nuestro valor está en lo que contenemos o tenemos dentro.

Dios nos creó con la intención de que fuéramos vasos de barro débiles y limitados, a fin de que en Cristo, Él fuera el tesoro en nosotros que resplandeciera desde nuestro interior, Dios nos creó de forma terrenal. Solo somos vasijas de barro en Sus manos.

Su deseo es que expresemos Su excelencia en vez de la nuestra. Y podemos hacer esto debido a que somos vasijas, recipientes que pueden recibir, Dios nos creó como vasos para contenerle. No nos define lo que somos en lo terrenal sino lo que contenemos para Él.

Entonces descendí a casa del alfarero, y he aquí, estaba allí haciendo un trabajo sobre la rueda. Y la vasija de barro que estaba haciendo se echó a perder en la mano del alfarero; así que volvió a hacer de ella otra vasija, según le pareció mejor al alfarero hacerla. (Jeremías 18:3)(LBLA)

Necesitamos Formación

El proceso para llegar a ser vasija requiere formación, pero esta formación tiene varios aspectos:
No depende solo del alfarero pues dice que se echó a perder, ya que el barro debe dejarse moldear por el alfarero, como un llamado a dejar que Él obre como quiera en nuestras vidas y dar lugar a su absoluta soberanía (según le pareció mejor al alfarero hacerla).

Lo primero es recordar que nuestra formación tiene un propósito y que lo mas importante es lo que llevamos dentro y descubrir para que fuimos formados, cual es el tesoro que debemos guardar. A lo largo de la palabra encontramos como Dios utiliza ciertas vasijas y recipientes que Él quiere usar.

Respondo: ¿Quién eres tú para pedirle cuentas a Dios? «¿Acaso le dirá la olla de barro al que la modeló: “¿Por qué me hiciste así?” ¿No tiene derecho el alfarero de hacer del mismo barro unas vasijas para usos especiales y otras para fines ordinarios? (Romanos 9:20)(NVI)

Ahora bien, en una casa grande no solamente hay vasos de oro y de plata, sino también de madera y de barro, y unos para honra y otros para deshonra.Por tanto, si alguno se limpia de estas cosas, será un vaso para honra, santificado, útil para el Señor, preparado para toda buena obra. (2 Timoteo 2:20)

Vasijas En Sus Manos

Hay un propósito por el cual fuimos hechos y fuimos formados, y mientras somos formados tenemos oportunidad de ser renovados, nuestro destino determina lo que contenemos.

Todos somos útiles para el Señor, preparados para toda buena obra según la carta a Timoteo. Podemos con poco hacer mucho, un puñado de harina y un poco de aceite.

Y ella respondió: Vive el SEÑOR Dios tuyo, que no tengo pan cocido; solamente un puñado de harina tengo en el cántaro, y un poco de aceite en una vasija; y ahora recogía dos leños, para entrar y aderezarlo para mí y para mi hijo, y que lo comamos, y después nos muramos. 1 Reyes 17 (RVR1960)

Dios decide usar 2 recipientes donde lo que se contenía era poco para Él hacer mucho, en tiempo de escasez debemos mantener la harina (la esencia de Su palabra y el aceite la esencia de Su Espíritu) a su disposición.

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No menospreciemos lo poco que tengamos de parte de Dios y pongámoslo a su servicio, de esa manera Él hará que sobreabunde lo que escaseaba.

Llenos para compartir, vasijas de aceite.

2 Y Eliseo le dijo: ¿Qué te haré yo? Declárame qué tienes en casa. Y ella dijo: Tu sierva ninguna cosa tiene en casa, sino una vasija de aceite. (2 Reyes 4:2-3)(RVR1960)

Hay quienes están dependiendo de acreedores para salvar a los de su casa, pero basta con una vasija llena de aceite en casa, para salvar la vida de toda una familia. Repartiendo lo que contienes a otras vasijas vacías es como traerás salvación a tu casa.

Comparte lo que tienes con tus vecinos, mientras compartas lo que tienes no escaseará y tú y tu casa serán salvos.

Fuimos llenos para compartir. Conteniendo y conservando la palabra.

Así dice el SEÑOR de los ejércitos, el Dios de Israel: Toma estas escrituras, esta escritura de compra sellada y esta escritura abierta, y ponlas en una vasija de barro para que duren mucho tiempo. (Jeremias 32:14)

Estás vasijas pudieron contener escrituras y que estas durarán mucho tiempo, así debe de ser nuestra vida, capaz de contener escrituras de mucho valor para que perduren por generaciones.

Vasijas que producen gozo

Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos, en cada una de las cuales cabían dos o tres cántaros. Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba. Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron. (Juan 2:6-8)

Y estaban allí seis tinajas de piedra para agua, conforme al rito de la purificación de los judíos.

Las vasijas que habían sido diseñadas con otro propósito, como ya vimos hay tinajas que son para honra y para deshonra según la LEY, pero viene Cristo y lo que estaba destinado a servir a la ley lo toma para sí y Él lo usa.

Jesús dijo: Llenad estas tinajas de agua.

Conforme el rito judío las tinajas debían estar hasta la mitad de agua, osea no tener la palabra en plenitud, pero Jesús las llena de palabra, les concede la plenitud.

Una vez esas vasijas solo servían para lavamiento de las manos y los pies, eran tinajas no bien vistas, pero Jesús las utilizaría. Ahora aquellas que habían podido contener, retener el agua durante mucho tiempo podrían contener y provocar gozo.

Mantengamos y retengamos Su Palabra, dejémonos llenar de ella para que el día que falte el gozo seamos usados para impartirlo.


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