Honrar a Dios tiene recompensas muy grandes, el valor de la honra tiene repercusiones incalculables en nuestra vida.
Una promesa del Señor es que otorga su amistad y comunión con aquellos que le honran.
“El SEÑOR brinda su amistad a quienes le honran, y les da a conocer su pacto.” (Sal 25:14, NVI)
Dios ofrece una amistad íntima e incondicional a aquellos que lo honran, y lo tengan en el más alto honor.
¿Qué relación se puede comparar a la de tener al Señor como amigo? Su relación eterna con Dios crecerá conforme usted lo honre.
Por tal razón la Biblia dice: En todo tiempo ama el amigo.
Nuestra relación con Dios crecerá conforme lo honremos.
Con todo aquel que le honra les da a conocer su pacto, sus promesas, sus caminos.
En el antiguo testamento se menciona que Moisés y Abraham fueron considerados amigos del Señor.
UN AMIGO INTERCESOR.
“Ahora mismo tengo en los cielos un testigo; en lo alto se encuentra mi abogado. Mi intercesor es mi amigo, y ante él me deshago en lágrimas para que interceda ante Dios en favor mío, como quien apela por su amigo.” (Job 16:19-21, NVI)
A pesar de la calamidad por la que estaba atravesando Job y que todo lo había perdido, sabía que en los cielos tenía a un amigo.
Jesús a sus discípulos les dejó de llamar siervos y los llamó amigos.
Así mismo a nosotros también nos dio a conocer el nuevo pacto en su sangre.
DANDO HONRA A DIOS.
Por tal razón nosotros estamos llamados a vivir de tal forma que le demos gloria y honra a Dios.
El salmista decía, den a Jehová la honra debida.
Para entender más el valor de la honra es necesario conocer cuál es la definición de honra.
La honra es La demostración de honor, respeto y reconocimiento que se hace a alguien por sus virtudes y méritos.
Lo primero que debemos entender es que la honra es acción, dice es la DEMOSTRACIÓN de honor, respeto y reconocimiento, por eso Jesús dijo:
“Este pueblo de labios me honra; Mas su corazón está lejos de mí. Pues en vano me honran, enseñando como doctrinas, mandamientos de hombres.” (Mateo 15:8-9)
Otra promesa de nuestro Dios es que Él honra a los que le honran.
También si honramos a nuestros padres, largura de días serán añadidos a nuestra vida.
La Biblia también nos enseña que en cierta manera tenemos “deuda” con nuestras autoridades al tener que pagarles la honra debida.
“Ustedes den a cada uno lo que le deben: paguen los impuestos y demás aranceles a quien corresponda, y den respeto y honra a los que están en autoridad.” (Rom 13:7, NTV)
El Matrimonio también debe ser honrado.
“Honren el matrimonio, y los casados manténganse fieles el uno al otro. Con toda seguridad, Dios juzgará a los que cometen inmoralidades sexuales y a los que cometen adulterio.” (Heb 13:4, NTV)
Honrando A Dios Con Las Primicias.
“Honra al SEÑOR con tus riquezas y con lo mejor de todo lo que produces. Entonces él llenará tus graneros, y tus tinajas se desbordarán de buen vino.” (Pro 3:9-10, NTV)
Si honramos a Dios con nuestros bienes, Él se encargará de llenar nuestros graneros.
“Además, el SEÑOR le dijo a Moisés: Da las siguientes instrucciones al pueblo de Israel: cuando lleguen a la tierra donde los llevo y coman de los cultivos que crecen allí, separarán una parte de ellos como ofrenda sagrada al SEÑOR. De la primera harina molida, presenten un pan y sepárenlo como ofrenda sagrada, como lo hacen con el primer grano del campo de trillar. En todas las generaciones venideras, cada año, presentarán una ofrenda sagrada al SEÑOR de la primera harina molida.” (Num 15:17-21, NTV)
La honra a Dios permanecería de generación en generación. Cada año se debería de presentar una ofrenda consagrada a Dios.
LA HARINA DE LA VIUDA.
“Pero ella respondió: —Le juro por el SEÑOR su Dios que no tengo ni un pedazo de pan en la casa. Sólo me queda un puñado de harina en el frasco y un poquito de aceite en el fondo del jarro. Estaba juntando algo de leña para preparar una última comida, después mi hijo y yo moriremos. Entonces Elías le dijo: —¡No tengas miedo! Sigue adelante y haz exactamente lo que acabas de decir, pero primero cocina un poco de pan para mí. Luego, con lo que te sobre, prepara la comida para ti y tu hijo. Pues el SEÑOR, Dios de Israel dice: “Siempre habrá harina y aceite de oliva en tus recipientes, ¡hasta que el SEÑOR mande lluvia y vuelvan a crecer los cultivos!”.(1Re 17:12-14, NTV)
Elías “impulsó” a la viuda de Sarepta a entregarle primero un pan cocido y consagrar su masa.
La viuda obedeció a pesar de la difícil situación, pero honró la Palabra del Señor.
Ese poco de harina y de aceite se multiplicó y no dejó de haber alimento en la casa de la viuda.
Honremos la Palabra de Dios, obedezcamos con corazón humilde, Él se encargará de llenar nuestros graneros, multiplicar nuestras masas para que nunca falte alimento en la casa.
Si desea ponerse en contacto con nosotros, llene el formulario de Contacto o escríbanos un correo electrónico a: info@mensajesdepaz.com