De qué manera o forma Dios puede confiar en alguien, en qué sentido nos referimos a que El Señor puede confiar la responsabilidad de una tarea a una persona en específico. Bajo qué circunstancias Dios confía en nosotros.
La mayoría de personas podemos decir que confiamos y creemos en Dios, conocemos sus atributos y en la realidad de su divinidad. Pero hay otra realidad que debemos tener presente y es que Dios confía en nosotros; pues debemos de recordad que fuimos creados en Jesucristo para realizar las buenas obras que Dios ya planeó de antemano para que nos ocupáramos de ellas.
Cuando usted conoce a una persona y sus cualidades o virtudes lo puede comisionar para alguna tarea en especial; usted sabe de lo que es capaz esa persona y hasta donde puede o no llegar.
El Señor encomendó a hombres tareas especiales, a Noé le dio instrucciones acerca de la construcción del arca, a Moisés le encomendó la tarea de liberar a su pueblo de Egipto, a Josué lo comisionó para dirigir al pueblo a la conquista de la tierra prometida, toda la Biblia está llena de personas escogidas para trabajos específicos.
El Señor Nos Conoce
Nuestro Dios nos conoce desde la eternidad, la Biblia dice que de antemano nos conoció y predestinó. Por lo tanto Dios deposita su confianza en que nosotros podemos ser comisionados para realizar tareas específicas.
“Porque a los que Dios conoció de antemano, también los predestinó a ser transformados según la imagen de su Hijo, para que él sea el primogénito entre muchos hermanos.” (Rom 8:29)
Y aunque hemos mal interpretado la frase que dice: Dios no pone carga más pesada de la que podamos soportar, muchas veces Él nos pone en situaciones extremas o con un grado de dificultad superior al que estamos acostumbrados para preparación de lo que viene por delante.
Un atleta para romper las marcas mundiales debe esforzarse más allá de sus propios límites, las exigencias son mayores, aumento de esfuerzo y energía, todo con el propósito de alcanzar metas superiores.
La Biblia dice que Dios da fuerzas al cansado y multiplica las fuerzas del que no tiene ninguna. Nadie se queda sin fuerzas por no hacer nada, todo aquel que gasta sus energías es porque fue sometido a una situación donde ameritaba el máximo esfuerzo.
Él da fuerzas al fatigado, y al que no tiene fuerzas, aumenta el vigor. (Isa 40:29)
Un Peso Mayor De Gloria
Déjeme considerar que Jesús en un momento no soportó el peso de la cruz, hubo la necesidad de pedirle a un Simón, que en ese momento tenía las condiciones de soportar ese peso. La noche anterior en el Getsemaní sudó gotas de sangre, su alma estaba angustiada hasta la muerte, fue necesario que un ángel bajara a ministrarle fortaleza.
David antes de pelear con el gigante Goliat, se enfrentó a osos y leones; eso le sirvió de experiencia al momento de enfrentarse a una “carga mayor”.
Para decirlo de una forma más bíblica, las leves tribulaciones producen mayor peso de gloria. Los problemas deben hacernos cada vez más fuertes. Él saca lo mejor de nosotros y nos coloca en escenarios donde sabe que lo podemos lograr.
Confiando En El Poder De Dios
Cada dificultad en tu vida es una oportunidad para que clames a Dios y experimentes su presencia.
Como seres humanos, naturalmente tratamos de resolver nuestros problemas con nuestra propia fuerza y habilidades. Si crees que Dios nunca te dará más de lo que puedes soportar, entonces cuando viene la crisis vas a tratar de apoyarte en tus propias fuerzas. Esto no es lo que Dios quiere para ti. Dios nos da más de lo que podemos soportar de manera que aprendamos a confiar en su poder.
Dios Confía En Nosotros
Cada vez que Dios hace algo, busca alguien en quien confiar esa tarea.
Y el SEÑOR dijo a Samuel: ¿Hasta cuándo te lamentarás por Saúl, después que yo lo he desechado para que no reine sobre Israel? Llena tu cuerno de aceite y ve; te enviaré a Isaí, el de Belén, porque de entre sus hijos he escogido un rey para mí. (1Sa 16:1)
A pesar de no haber sido tomado en cuenta en un inicio David había sido escogido por Dios para ser el siguiente rey de Israel, para algunos no “llenaba” los requisitos, no tenía lo necesario, pero Dios conocía a David y sabía que lo podía usar.
Muchas veces para los hombres no llenamos los requisitos; pero Dios que nos conoce, ha puesto su confianza en nosotros. El hombre mira lo externo, pero Dios mira el corazón.
Gedeón, no llenaba los requisitos; pero Dios confiaba en su fuerza.
Y el SEÑOR lo miró, y dijo: Ve con esta tu fuerza, y libra a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te he enviado yo? Y él respondió: Ah Señor, ¿cómo libraré a Israel? He aquí que mi familia es la más pobre en Manasés, y yo el menor de la casa de mi padre. (Jdg 6:14-15)
Conoce Nuestras Limitaciones
Quiero decirle que Dios confía en nosotros, al recibir la orden de Dios es porque nos conoce y que a pesar de nuestras limitaciones vamos a confiar plenamente en el poder del Espíritu Santo. Somos nosotros los que a lo mejor pensamos que no calificamos o no llenamos los requisitos.
Los sueños, anhelos o metas muchas veces nosotros no los alcanzamos porque renunciamos a ellos.
José no se detuvo antes las circunstancias; Dios siempre estuvo con él. Dios lo libró de morir a manos de sus hermanos, lo sacó vivo de una cisterna vacía, de un pozo sin agua, en su época de esclavo le dio gracia y lo puso como encargado de la casa de su amo; injustamente fue a parar a la cárcel y Dios lo puso como intendente y guardia de los presos; Dios lo sacó de la prisión y lo llevó a gobernar a un palacio, lo puso como administrador de todos los bienes del faraón de Egipto.
Faraón no podía confiar en nadie más que José la administración de su gobierno ante la crisis que venía sobre la tierra. No había otra persona más competente que José. A pesar de no estar en las mejores condiciones, Dios siempre apostó por él.
Dios Lo Sigue Tomando En Cuenta
A pesar de nuestra falta de fe, incredulidad o de nuestra misma naturaleza, Dios sigue confiando en nosotros. Quizá tomamos malas decisiones, o nos fuimos por caminos que no convenían, nos apartamos de Él y ahora estamos en una encrucijada de un futuro incierto.
Tal fue el caso de Pedro, a quien el temor se apoderó de él y negó rotundamente a Jesús. La situación lo superó, en ese momento fue más fuerte que su naturaleza. Pero el día de la resurrección recibió una invitación especial.
Pero id, decid a sus discípulos y a Pedro: “Él va delante de vosotros a Galilea; allí le veréis, tal como os dijo.” (Mar 16:7)
Él sabe que muchas veces le vamos a fallar o de alguna manera negarlo; mas sin embargo, Él sigue confiando en que alcanzaremos la meta.
El hecho de dedicar una invitación a Pedro era hacerle saber que contaba en todo momento con él. Jesús encomendó a Pedro el pastoreo de sus ovejas, al mismo que días antes lo había negado. Dios acepta nuestro arrepentimiento, nos perdona y mantiene el llamado que hizo sobre nuestra vida.
Confía tanto en nosotros que nos dejó una GRAN COMISIÓN.
“Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.” (Mat 28:19-20)
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