Nuestra vida está formada de acuerdo a las decisiones que tomamos. Todo el tiempo estamos tomando decisiones. El asunto consiste en tomarlas con fe y enfrentar toda situación con valentía; aunque posiblemente nos de temor el resultado de esas decisiones.

Algunos de nosotros tuvimos que tomar decisiones sin tener a Jesús como Señor y Salvador de nuestra vida, sin ser guiados por el Espíritu De Dios y sin el consejo de la Palabra de Dios. El resultado en algunos casos fue lamentable, en otros casos fue lo mejor que pudimos hacer; algunas decisiones marcaron nuestra vida y posiblemente al presente estamos viviendo las consecuencias de cada decisión.

Fuimos movidos por nuestros impulsos, emociones o presionados por diferentes situaciones. Todo el tiempo estuvimos tomando decisiones conforme a nuestra mejor consideración, desconociendo los planes que Dios tenía para nosotros. De algo podemos estar seguros, todas las cosas ayudan a bien para aquellos que aman a Dios.

La experiencia, la formación y la creatividad son factores fundamentales para tomar decisiones. Click To Tweet

Pero ahora, somos nuevas criaturas, las cosas viejas pasaron. Todas son hechas nuevas. Hemos resucitado con Cristo, por lo tanto debemos poner nuestra mirada en las cosas del cielo. En Cristo tenemos la facultad de renovar nuestros pensamientos e ideas; ahora hemos nacido de nuevo y se nos ha otorgado tener la mente de Cristo.

LAS COSAS DE ARRIBA

“Ya que han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios. Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra,” (Col 3:1-2)

Como personas nacidas de nuevo tenemos la oportunidad de pensar o estar alineados a lo que El Señor quiere de nosotros, a las cosas que tienen origen en Dios. Pensar en las cosas de arriba no significa andar en las nubes, o divagando en pensamientos ilusorios.

En otras palabras, podemos pedir al Señor que haga su voluntad en la tierra como está en el cielo. El acceso ha sido otorgado, ahora podemos entrar confiadamente al trono de la gracia. Jesús en momentos de agonía tuvo que tomar una decisión trascendental para toda la humanidad, pero Él eligió hacer la voluntad de Dios.

Padre, si quieres, no me hagas beber este trago amargo; pero no se cumpla mi voluntad, sino la tuya. (Luc 22:42)

SENTADO A LA DERECHA DE DIOS

La diestra de Dios es el lugar de santidad, de intercesión y de poder.

A mi derecha es una metáfora que le atribuye al invitado la misma dignidad del que le invita. Cristo ha recibido un sitial de honor juntamente con el Padre del cielo.

Y al mismo tiempo, el Señor nos ha otorgado la misma dignidad que a Cristo, pues él nos hizo sentar juntamente con Él en lugares celestiales.

“Y en unión con Cristo Jesús, Dios nos resucitó y nos hizo sentar con él en las regiones celestiales,” (Efe 2:6)

La gente se “alarmaba” cuando veía a Jesús sentado con publicanos, pecadores y prostitutas; para los religiosos de ese tiempo ese acto era denigrante, pues los religiosos no se juntan con pecadores; sin embargo el Señor estaba anticipando lo que haría con nosotros, sentarnos en lugares celestiales con Cristo.

La toma de decisiones ahora se basa en que debemos alinear nuestras opciones con la santidad de Dios, preguntarnos si con esa decisión agradamos a Dios. Para cada elección debe considerarse los designios del corazón de Dios. En la Palabra de Dios podemos encontrar cual es el deseo de Dios, sus promesas están plasmadas en su Palabra.

El Espíritu Intercede

Jesús ahora intercede por nosotros. El es el mediador de un nuevo pacto, podríamos fallar y equivocarnos, pero debemos de tener la seguridad que él sigue intercediendo por nosotros.

El Espíritu Santo intercede por nosotros, pues nosotros no sabemos como pedir.

Así mismo, en nuestra debilidad el Espíritu acude a ayudarnos. No sabemos qué pedir, pero el Espíritu mismo intercede por nosotros con gemidos que no pueden expresarse con palabras. Y Dios, que examina los corazones, sabe cuál es la intención del Espíritu, porque el Espíritu intercede por los creyentes conforme a la voluntad de Dios.(Rom 8:26-27)

La seguridad de saber que estamos pidiendo adecuadamente es acudir a la ayuda del Espíritu Santo, puede que nosotros no sepamos pedir adecuadamente, pero El Espíritu intercede conforme a la voluntad de Dios.

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Una estrecha comunión con el Espíritu Santo nos da la seguridad que Él nos ayuda a pedir adecuadamente.

De Acuerdo Al Poder De Dios

Dios nos dará la fortaleza necesaria para seguir adelante; recordemos que el gozo del Señor es nuestra fuerza. Las decisiones pueden traer momentos difíciles, aflicciones, pero debemos confiar en el poder de Dios.

Por último, fortalézcanse con el gran poder del Señor.(Ef 6:10)

Se debe cesar nuestra máxima concentración de energías y nuestros pensamientos en las ordenanzas terrenales, y concentrarnos más en nuestra nueva vida, en la cual Cristo es la piedra angular. Nuestro ejemplo y modelo es siempre el Señor Jesucristo.

Cuando la Biblia se refiera al estrado de tus pies tiene su base en una costumbre antigua en que el rey victorioso ponía sus pies sobre los ejércitos vencidos.

La expresión tomada de este Salmo indica la posición que ocupa Jesús por su señorío y por su victoria total.

CONCENTREN SU ATENCIÓN

No solamente hay que buscar lo de arriba, sino que hay que ocupar la mente en ello, debemos de meditar profundamente en la Palabra de Dios. La palabra usada aquí implica el pensamiento sobrio y las aspiraciones que determinan las acciones.

La Biblia es clara en decir que lo mejor que podemos hacer es meditar en la Palabra de Dios, y meditar significa estudiar, hablar, conversar e imaginar.

Cuando meditas en la valentía de David, debes imaginarlo y verte venciendo a tus gigantes. Imagínate con éxito en ese proyecto que te gusta, aunque te da miedo. Háblalo, escríbelo, vívelo. Visualizar es poderoso.

David decidió apostar por los hombres de la cueva de Adulam, hombres afligidos, endeudados y sin ganas de vivir. Seguramente todos ellos habían tomado malas decisiones, se juntó con personas que se equivocaron en sus elecciones. Todos ellos hicieron de David su líder, su capitán. David hizo de ellos valientes dispuestos a pelear por su bendición. Total no tenían nada que perder, al contrario podían arriesgarlo todo por ganar.

Vuelva A Intentarlo

Puede que hoy esté como Pedro frustrado porque no pescó nada la noche anterior, quizá pensando mala decisión haber salido la noche anterior, ahora estaba cansado, desvelado y frustrado después de una noche infructuosa. Pero escuchó la Palabra de Jesús que le dijo: Boga mar adentro y vuelve a echar la red. Ahora Pedro dice: Más por tu palabra lo haré.

Puede que ayer haya decidido mal, que las cosas salieron mal, pero por la Palabra de Dios vuelva a intentarlo hoy.

Lo que hoy te asusta, mañana será un simple desafío que enfrentarás con más confianza.

Tomando Decisiones

La sabiduría de Dios nos mueve a ser amables, humildes y generosos. Esa es la voz que debes aprender a escuchar, y si tienes oídos es porque puedes escuchar. No veas tus defectos, enfócate en la virtud del Señor que es mayor y vive en ti.

Hay puertas de bendición que se abren para ti, para tu familia y tu negocio. Tomando decisiones correctas alcanzaremos más rápido nuestros objetivos y metas. Los planes de Dios son de bien y no de mal. Hoy podemos seguir tomando decisiones basados en las promesas de la Palabra de Dios.

No temeré mal alguno, Tu vara y Tu cayado me guían, me infunden aliento; no importa dónde vaya, porque yo habito a Tu sombra y abrigo.

Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado; sino que en la ley de Jehová está su delicia, y en su ley medita de día y de noche. Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; y todo lo que hace, prosperará. (Sal 1:1-3)


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