El hombre puede hacer muchos planes, pero la Biblia nos enseña que los propósitos de Dios son los que se llevan a cabo.
El Señor está por hacer algo contigo, a través de ti y por alguien más.
CRUCEMOS AL OTRO LADO.
“Un día subió Jesús con sus discípulos a una barca. Crucemos al otro lado del lago les dijo. Así que partieron, y mientras navegaban, él se durmió. Entonces se desató una tormenta sobre el lago, de modo que la barca comenzó a inundarse y corrían gran peligro.” (Luc 8:22-23, NVI)
El pasaje nos dice que mientras navegaban, Jesús se durmió y se desató la tormenta.
En nuestro trayecto hacia donde Dios ha dispuesto que vayamos, es probable que se levanten tormentas azotando nuestra embarcación.
Es notorio que Jesús se durmió y eso desató la tormenta, fue en ese momento que empezaron a correr peligro, y a sufrir las inclemencias del tiempo.
Hay tiempos en nuestra vida, camino al cumplimiento del propósito de Dios, que vamos enfrentar peligros y dificultades.
Esas tormentas nos recuerdan todo lo que el Señor nos ha permitido vivir.
¿Te recuerdas de todas las situaciones que te ha librado el Señor?
El propósito del Señor era cruzar al otro lado de lago y a pesar de la tormenta la promesa de llevarnos al otro lado sigue vigente.
Del otro lado del lago había una misión que cumplir, un propósito eterno.
Su Palabra dice: ¿Quién Podrá Impedirlo?
“Si lo ha determinado el SEÑOR Todopoderoso, ¿quién podrá impedirlo? Si él ha extendido su mano, ¿quién podrá detenerla?” (Isa 14:27, NVI)
Nadie ha podido frustrar los planes del Señor. ¿Quién podrá impedir que sus planes se realicen?
Basados en esta Palabra del profeta Isaías podemos confesar: En mi vida si Dios ha determinado algo, nadie podrá impedirlo.
“Yo anuncio el fin desde el principio; desde los tiempos antiguos, lo que está por venir. Yo digo: Mi propósito se cumplirá, y haré todo lo que deseo. Del oriente llamo al ave de rapiña; de tierra distante, al hombre que cumplirá mi propósito. Lo que he dicho, haré que se cumpla; lo que he planeado, lo realizaré.” (Isa 46:10-11, NVI)
Hoy el Señor nos recuerda en su Palabra: Mi propósito se cumplirá.
Todo lo que Dios ha planeado se cumplirá. Todo lo que Él ha dicho tendrá su cumplimiento.
Aun de tierras lejanas llamará al hombre que cumplirá su propósito.
Dios te hizo venir de tierras lejanas para cumplir Su propósito. Pensaste que andabas en tus propios proyectos, metas y objetivos; pero te recuerdo que el Señor te trajo de tierras lejanas, porque Él tenía un propósito que realizar.
Hemos pasado por muchas circunstancias, adversidades, peligros, incluso aflicciones y tribulaciones. Pero nada de eso ha impedido que se cumpla lo que Dios se ha propuesto hacer.
“Pero los planes del SEÑOR quedan firmes para siempre; los designios de su mente son eternos.” (Sal 33:11, NVI)
Debemos ser cristianos que se dejen llevar más por el propósito que por el drama.
Muchas personas se dejan impulsar por opiniones y sentimientos en lugar de dejarse llevar por la verdad y el amor.
Impulsados por lo que la gente dice de ellos, en lugar de ser impulsados por lo que Dios ya hizo.
Movidos por errores del pasado. Guiados por los deseos de la naturaleza de pecado.
Seamos de los que son guiados por el Espíritu de Dios.
“Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios.” (Rom 8:14, LBLA)
Los Propósitos De Dios.
Si está roto, Dios puede arreglarlo. Lo que está vacío, Dios lo puede llenar. Posiblemente fracasamos, pero Dios puede restaurarnos.
Cualquier pecado, Dios puede perdonarlo.
Todo aquello que está torcido, Dios puede enderezarlo. Si cayó, Dios puede levantarlo.
Aquello que está paralizado, Dios puede hacer que se mueva. Y si algo murió, Dios tiene poder para resucitarlo.
Hay una asignación para tu vida que no puede ni será negada. Puede que hayas pasado por una tormenta muy fuerte, pero Dios no te ha dejado.
Incluso si las cosas se han roto, Dios hace grandes cosas con los pedazos rotos.
“El corazón humano genera muchos proyectos, pero al final prevalecen los designios del SEÑOR.” (Pro 19:21, NVI)
Todos los propósitos de Dios se cumplirán; Él es fiel y su misericordia es para siempre.
La tormenta cesará, Jesús sigue navegando en la misma embarcación con nosotros. Él mandará a los vientos contrarios que callen.
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