Nada Fue En Vano

“Partieron de Betel, y faltando aún cierta distancia para llegar a Efrata, Raquel dio a luz tras un parto muy difícil. Y aconteció que como había dificultad en su parto, le dijo la partera: —No temas, porque también tendrás este hijo. Pero sucedió que al dar el último suspiro (porque murió), llamó el nombre de su hijo Benoni *. Pero su padre lo llamó Benjamín *. Así murió Raquel y fue sepultada en el camino de Efrata, es decir, Belén. Jacob puso sobre su sepulcro una piedra. Esta es la señal del sepulcro de Raquel hasta hoy.” (Gen 35:16-20)

El último de los hijos de Jacob está por nacer, hijo de Raquel, a la que él amaba. El recorrido fue de Betel que significa casa de Dios a Efrata que significa abundancia.

En ese trayecto el parto de Raquel se puso difícil y complicado. En ocasiones las cosas se pueden complicar antes de llegar a la abundancia.

Por las palabras de la partera notamos que la gran preocupación de Raquel era poder tener también ese hijo, la partera le dice: No temas, también tendrás este hijo.

Obviamente el temor llenó la vida de Raquel, el saber si podría dar a luz ese hijo se veía cada vez más complicado.

Gracias a Dios por las “parteras” que tienen experiencia y saben que también ese hijo va a nacer. A pesar del dolor y el sufrimiento ese fruto va a darse.

Proyectos y emprendimientos nuevos van a nacer, aunque esté siendo doloroso y complicado el hijo va a nacer.

PRINCIPIOS INSIGNIFICANTES

“Aunque tu comienzo haya sido insignificante, tu porvenir se engrandecerá en gran manera.” (Job 8:7)

El pasaje nos dice que faltando cierta distancia para llegar a esa abundancia el parto de Raquel se complicó demasiado.

Puede que lo que lleves recorrido no sea mucho o no sea el esperado; quizá ha sido un inicio complicado; pero la promesa de Dios es que en un futuro se engrandecerá.

Con un principio tan pequeño, Dios puede hacerlo prosperar grandemente. Un poco de harina en la tinaja y un poco de aceite en la vasija como le dijo la viuda a Elías.

Cualquier recurso disponible, por pequeño que parezca son suficientes para que Dios los multiplique indefinidamente con su bendición.

Hay una razón para esta temporada en tu vida.

Recordemos que el poder de Dios se manifiesta y se perfecciona en nuestra debilidad.

NOMBRAMIENTOS ERRÓNEOS

El dolor de dar a luz con mucha dificultad llevó a Raquel a llamar a su hijo Benoni que significa hijo de mi tristeza, de mi dolor.

Las complicaciones de ver nacer algo que anhelamos pueden ser muy dolorosas. Era tanto el dolor de Raquel que le quiso dar la identidad de dolor y sufrimiento.

Esta etapa de proceso es necesaria para el desarrollo del carácter y fundamentarse en la fe, este aprendizaje es necesario, seremos más fuertes al salir del proceso y preparados para todo lo que Dios tiene.

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No le llamemos fruto de mi tristeza o sufrimiento. Solo fue una etapa, una temporada. Era el inicio de algo grande.

Debemos mostrar fidelidad en lo poco, en lo pequeño, de lo contrario no podrá venir lo grande y abundante.

“El que es fiel en lo muy poco, es fiel también en lo mucho; y el que es injusto en lo muy poco, también es injusto en lo mucho.” (Luc 16:10)

RESULTADO DEL PODER DE DIOS

Benjamín significa hijo de mi diestra, de mi fuerza.

Las noches que no se podía dormir por pensar en la situación, los días que se estuvo llorando, tiempo de limitación y escasez, los momentos de aflicción y agonía, Dios dice que no fue en vano.

Todo ayuda a bien a los que aman a Dios; ese tiempo fue necesario, esas lecciones eran necesarias para todo lo que venía más adelante.

El Señor multiplica las fuerzas del que no tiene ninguna, cuando te faltaron las fuerzas fue cuando Dios se manifestó en tu vida.

TRAIGAN A BENJAMIN

“Entonces el hombre, el señor de aquel país, nos dijo: “Por esto sabré que son hombres honrados: dejen uno de sus hermanos conmigo y tomen grano para el hambre de sus casas, y márchense. Pero tráiganme a su hermano menor para que yo sepa que ustedes no son espías, sino hombres honrados. Les devolveré a su hermano, y podrán comerciar en la tierra.” (Gen 42:33-34)

Ahora la crisis llegó a la tierra y Jacob envía a sus hijos en busca de comida a Egipto, en donde José gobernaba, tal como los sueños lo habían anunciado.

Al llegar a Egipto José los reconoce, se acuerda de los sueños y les hace creer que son espías.

Para demostrar su lealtad y honradez de su origen era necesario mostrarle a Benjamín, el hijo de la fuerza. El fruto que causó tanto dolor al principio sería la señal para que pudieran obtener la bendición de José.

NADA FUE EN VANO

Que las complicaciones del inicio y los dolores de parto se conviertan en la señal y el testimonio que nuestro José quiere ver para dar más bendiciones.

Que esta analogía de la vida de Benjamín nos sirva para comprender que aunque el inicio o principio de nuestros proyectos o emprendimientos sean difíciles y complicados Dios los volverá en testimonio de fe y del amor de Dios.

Nada fue en vano, ningún fracaso fue en balde, cada situación del principio ayudó a construir un mejor y más grande futuro.

“Cuando José vio a Benjamín con ellos, dijo al mayordomo de su casa: «Haz entrar a estos hombres a casa, y mata un animal y prepáralo, porque estos hombres comerán conmigo al mediodía».” (Gen 43:16)

Dios estará con nosotros en todo momento, en todo tiempo y en todo lugar.


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