Todos en este mundo enfrentamos problemas, dificultades y circunstancias las cuales se necesita fe para vencer.

Nuestro Señor Jesucristo lo anunció al decir que en este mundo tendríamos aflicciones.

FE PARA VENCER.

“Y había en Listra un hombre que estaba sentado, imposibilitado de los pies, cojo desde el seno de su madre y que nunca había andado. Este escuchaba hablar a Pablo, el cual, fijando la mirada en él, y viendo que tenía fe para ser sanado, dijo con fuerte voz: Levántate derecho sobre tus pies. Y él dio un salto y anduvo.” (Hch 14:8-10 LBLA)

En el libro de los Hechos se relata la vida de un hombre, del cual se desconoce su nombre, pero que desde su nacimiento no había podido caminar.

Toda su vida había tenido esta limitación; sin embargo el apóstol Pablo notó en él algo más que su parálisis. Este hombre tenía fe para vencer su limitación.

Gracias a Dios por las personas que se fijan más en las virtudes que en las limitaciones.

A pesar de que su limitación, problema, impedimento o deficiencia era muy notoria, el apóstol pudo ver algo más allá. Él vio que en él había fe para vencer.

Debemos de dar gracias a Dios por aquellas personas que vieron más allá de nuestras limitaciones.

Incluso el profeta Samuel temporalmente se enfocó en la apariencia externa de los hijos de Isaí, a lo cual el Señor le dice:

“Pero el SEÑOR dijo a Samuel: No mires a su apariencia, ni a lo alto de su estatura, porque lo he desechado; pues Dios ve no como el hombre ve, pues el hombre mira la apariencia exterior, pero el SEÑOR mira el corazón.” (1Sa 16:7, LBLA)

HACIENDO NUESTRA PARTE.

A nosotros nos corresponde tomar el desafío y dejar a un lado cualquier limitación que nos tiene retenidos.

Pablo le dice: Levántate derecho sobre tus pies. Y él dio un salto y anduvo.

El apóstol Pablo le pide hacer algo que NUNCA EN SU VIDA había podido hacer.

Necesitamos comenzar a actuar, poner de nuestra parte todo lo necesario para salir de esa condición.

Empecemos a descubrir los dones, habilidades y el potencial con el cual fuimos equipados.

Debemos sobreponernos a cualquier obstáculo que se interponga en nuestro camino.

Hombres que lograron destacar en diferentes ambientes se enfrentaron a grandes oposiciones.

A Walt Disney le despidieron del Kansas City Star porque su editor sentía que “le faltaba imaginación y no tenía buenas ideas”.

Steven Spielberg fue rechazado en la Escuela de Artes Cinematográficas de la Universidad del Sur de California varias veces.

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GEDEON VALIENTE GUERRERO.

(Jueces 6:8)

La historia de Gedeón inicia cuando Dios envía a un profeta a darles palabra y a recordarles lo que Él había hecho por su pueblo.

Antes que Dios haga algo grande con su pueblo lo anuncia por medio de sus profetas.

Ciertamente el Señor DIOS no hace nada sin revelar su secreto a sus siervos los profetas. (Amos 3:7 LBLA)

A la voz profética lo precedió el movimiento angélico; a continuación de la palabra profética los ángeles se movilizaron en la vida de Gedeón.

“Y el ángel del SEÑOR se le apareció, y le dijo: El SEÑOR está contigo, valiente guerrero.” (Jue 6:12 LBLA)

Gedeón empezó recriminando que Dios los había abandonado; esa es la primera sensación, que Dios nos ha abandonado. Pero Dios es fiel a su promesa, Él no nos abandonará.

Por un momento podrá hacer sentir su ausencia, pero Él siempre estará con nosotros.

Por un breve momento te abandoné, pero con gran compasión te recogeré. En un acceso de ira escondí mi rostro de ti por un momento, pero con misericordia eterna tendré compasión de ti —dice el Señor tu Redentor. (Isa 54:7-8)

CON ESTA TU FUERZA.

“Y el SEÑOR lo miró, y dijo: Ve con esta tu fuerza, y libra a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te he enviado yo?” (Jdg 6:14, Spanish LBLA)

Al igual que el apóstol Pablo con el cojo de nacimiento; el ángel lo miró y vio que Gedeón tenía fuerza para liberar a todo un pueblo.

Es quien nos envía e irá con nosotros. No es por nuestras posibilidades, es el poder de Dios que obra en nosotros.

Su poder se perfecciona en nuestra debilidad.

Hay un valiente guerrero que en estos momentos está escondido.

EL ALTAR DE GEDEÓN.

Como respuesta al ángel del Señor, Gedeón edifica un altar y pone sobre de el una ofrenda especial.

“Y Gedeón edificó allí un altar al SEÑOR y lo llamó El SEÑOR es Paz, el cual permanece en Ofra de los abiezeritas hasta hoy.” (Jue 6:24, LBLA)

La ofrenda de Gedeón fue aceptada por el Señor. Ahora tiene la certeza que el Señor lo respaldará.

Dentro de cada uno de nosotros hay fe suficiente para vencer cualquier adversidad. No importa el tamaño del enemigo, nuestro Dios es más poderoso.


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