Hágalo A La Manera De Dios
Los discípulos que iban camino a Emaus reflejan y tipifican a las personas que esperan que Dios haga algo a su PROPIA MANERA.
Ellos esperaban que Jesús rescatara a Israel, querían se estableciera su reino físico y sometiera a todas las naciones de la tierra. Tenían la esperanza que Él hiciera lo que ellos esperaban.
En ellos se refleja una GRAN DESILUSIÓN, UNA FRUSTRACIÓN DOLOROSA. Como que sus sueños y anhelos se les hubieran terminado; iban de camino con su esperanza muerta y enterrada.
Déjeme pensar que estos discípulos se sintieron fracasados porque no recibieron lo que esperaban. Algo que debemos tener siempre presente es que: DIOS NO TRABAJA A NUESTRA MANERA, DIOS TRABAJA DE ACUERDO A SU VOLUNTAD.
El ser humano concibe proyectos, lo que prevalece es la decisión del Señor. (Pro 19:21 BLPH)
La desilusión, frustración, el fracaso, la falta de alcanzar lo que se anhela o se sueña provoca que NO VEAMOS la forma en que Dios está trabajando.
No Pierda La Fe.
No pierda su fe, siga creyendo, no pierda la esperanza; una fe más fuerte nos espera!
Ellos a pesar de ir con Jesús en el camino, NO DISFRUTABAN DE SU PRESENCIA. Iban renegando, llenos de dudas, con temores. El camino con Jesús debe de ser para disfrutar, para gozar, para caminar llenos de esperanza, gozo y paz.
Ellos debían de caminar firmes en la esperanza, llenos de fe en la Palabra que Jesús les había dicho.
Vemos en la historia de Gedeón que él también había perdido la fe, estaba escondido guardando su cosecha, ya no creía al mensaje profético de liberación. Gedeón decía: Como Un ejército de langostas, el enemigo lo destruía.
Entonces Gedeón le respondió: Ah señor mío, si el SEÑOR está con nosotros, ¿por qué nos ha ocurrido todo esto? ¿Y dónde están todas sus maravillas que nuestros padres nos han contado, diciendo: “¿No nos hizo el SEÑOR subir de Egipto?” Pero ahora el SEÑOR nos ha abandonado, y nos ha entregado en mano de los madianitas. (Jueces 6:13)
Tener Fe Para Más.
Gedeón tenía fe para guardar y esconderse del enemigo, pero Dios quería que tuviera fe para vencer al enemigo. Debemos de tener fe para vencer por completo, “cómase las langostas”.
Moisés tenía fe para sacarlos de Egipto, tenía que tener fe para abrir el mar.
José tenía fe para administrar la cárcel, tenía que tener fe para administrar toda la nación.
Pedro tenía fe para luchar contra la tormenta, tenía que tener fe para caminar sobre ella.
Y cuando esto sucede empezamos hablar mal, negativamente; se reniega, todo lo empieza a ver uno mal, que no sirve.
En una ocasión el pueblo habló mal delante de Dios.
Han hablado con insolencia contra mí, dice el Señor. Sin embargo replican: “¿Qué hemos hablado contra ti?”. Pues han dicho que no merece la pena servir a Dios, que de nada les ha aprovechado cumplir sus mandatos y andar afligidos en presencia del Señor del universo y que les parecen dichosos los soberbios, pues los que actúan con maldad no sólo prosperan, sino que ponen a prueba a Dios y quedan impunes. (Mal 3:13-15 BLPH)
Pero Dios respalda a los que hablan bien.
Entonces los que temían a Jehová hablaron cada uno con su compañero; y Jehová escuchó, y los oyó; y fué escrito un libro de memoria delante de él, a favor de los que temen a Jehová, y de los que piensan en su nombre. Y ellos me serán un tesoro especial, dice Jehová de los Ejércitos, en aquel día que yo preparo; y me compadeceré de ellos, como un hombre se compadece de su mismo hijo que le sirve. Entonces vosotros volveréis, y echaréis de ver la diferencia que hay entre el justo y el injusto; entre aquel que sirve a Dios, y aquel que no le sirve. (Mal 3:16-18 VM)
Hoy tenemos la bendición de tener paz aun en medio de las tormentas, aceptemos la manera en la que Dios sigue trabajando en nosotros, si permite que pases un proceso, es porque Él sabe que tienes destino.
Vivir en paz y gozo es saber que somos hombres y mujeres de destino y no importa lo que estemos atravesando en este momento, porque pase lo que pase vamos a llegar a ver el reino de Dios, y nada tiene despropósito en nuestra vida.
Debemos de estar convencidos de igual forma que el ladrón que conoció a Jesús en la cruz, que Él va a regresar de nuevo y va a establecer su reino en la tierra, y viviremos con un estilo de vida lleno de paz, gozo y justicia, esto va a ser real en nosotros.
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