Nuestra vida entera es de incalculable valor para los propósitos divinos. La Biblia dice que hemos sido creados en Cristo para hacer buenas obras. El Señor nos ha elegido y por lo tanto será Dios quien cumplirá su propósito en nosotros.
El apóstol Pablo escribe en la carta a los Efesios que fuimos escogidos en Él antes de la creación del mundo. Nadie escoge algo sin un propósito o plan específico, si hemos sido escogidos por Dios es porque Él tiene un propósito especial para cada uno de nosotros.
“Dios nos escogió en él antes de la creación del mundo, para que seamos santos y sin mancha delante de él. En amor” (Efe 1:4)
De nosotros consiste en creer los planes maravillosos que el Señor tiene. Solo aquel que ha pensado y planificado sobre de alguna situación en específico sabe como va desarrollándose el plan.
El fabricante es Él.
Es el creador o fabricante el que conoce el propósito de la obra. Si usted pensó en crear algo, sabe que elementos necesita, de que forma, tamaño o medida. Como el alfarero que sabe la forma que le dará al barro, por un momento es barro sin forma, sin color, ni diseño, pero llegará el tiempo en que el alfarero le da la forma, color y diseño específico.
Así mismo es con el Señor, Él fue quien planificó sobre nuestra vida, son sus planes los que se están ejecutando. Él es quien sabe como se está desarrollando y llevando a cabo cada plan.
“Porque yo sé muy bien los planes que tengo para ustedes —afirma el SEÑOR—, planes de bienestar y no de calamidad, a fin de darles un futuro y una esperanza.” (Jer 29:11)
Somos Nuevas Criaturas.
No importa lo que pudimos hacer o dejar de hacer antes de reconocer a Jesús como Señor y Salvador; antes de todo fuimos creados y escogidos por Él. No permita que el pasado sin Cristo afecte su futuro con Él. Recuerde que en Cristo somos nuevas criaturas, todo las cosas viejas han pasado.
Todo lo que Dios permitió en su vida, aún lo más doloroso forma parte de ese propósito eterno; pues los momentos difíciles o de crisis los podemos convertir en experiencias y aprendizaje positivo.
Por lo tanto no hay que desperdiciar las malas experiencias, hay que sacar lo mejor de cualquier situación.
Si está atravesando por un momento negativo, una crisis o adversidad, recuerde siempre que a pesar de todo eso Dios cumplirá su propósito en su vida.
no hay que desperdiciar las malas experiencias, hay que sacar siempre lo mejor de cualquier situación. Click To Tweet
Dios Cumplirá Su Propósito.
El apóstol Pablo, antes llamado Saulo, era perseguidor de cristianos, se complacía en darle muerte a los seguidores de Cristo. Era alguien que según él, estaba realizándose en su propósito.
Dios tenía otros planes para él, más altos, diferentes, un propósito que iba más allá de los planes terrenales. Así son los planes de Dios, mucho más altos que los nuestros.
“Porque mis pensamientos no son los de ustedes, ni sus caminos son los míos —afirma el SEÑOR—. Mis caminos y mis pensamientos son más altos que los de ustedes; ¡más altos que los cielos sobre la tierra!” (Isa 55:8-9)
El apóstol Pablo era un instrumento escogido por Dios, él mismo al comprender esto lo dejo en la carta a los Efesios, que habíamos sido creados para andar en obras de bien.
Por un tiempo anduvo en las obras infructuosas de la carne, pero comprendió que Cristo había venido a destruir las obras de las tinieblas.
“Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica.” (Efe 2:10)
La Gracia De Dios.
Todo lo que somos ahora se lo debemos a Dios, fue su inmerecida gracia la que ha producido todo. Por gracias hemos sido salvos.
No fue por algo que nosotros hallamos hecho, algo que merezcamos, fue su maravillosa gracia la que nos ha concedido el privilegio de formar parte de su propósito maravilloso.
“Pero por la gracia de Dios soy lo que soy, y la gracia que él me concedió no fue infructuosa. Al contrario, he trabajado con más tesón que todos ellos, aunque no yo sino la gracia de Dios que está conmigo.” (1Co 15:10)
Pablo dice: “nos escogió en El”, para enfatizar que la salvación depende por completo de Dios. No somos salvos porque lo merezcamos, sino por la gracia de Dios que se nos da gratuitamente.
No influimos en la decisión de Dios para que nos salve, lo hizo de acuerdo a su plan. Por lo tanto, no hay lugar para creer que la salvación dependa de nosotros ni lugar para el orgullo. El misterio de la salvación se originó en la mente eterna de Dios mucho antes de que existiéramos. Es difícil entender cómo Dios pudo aceptarnos, pero gracias a El somos santos e inocentes ante sus ojos.
Dios nos escogió y nos reconcilió con Él por medio de Jesucristo, ahora nos mira como si nunca hubiéramos pecado. Todo lo que podemos hacer es agradecerle por su maravilloso amor.
Termino diciéndolo, la obra que Dios empezó en usted la va a perfeccionar. Siga creyendo en la Palabra de Dios, aferrese a sus promesas, no lo suelte hasta que lo bendiga. Fortalezcase en la presencia del Espíritu Santo.
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