Ponerse a los pies de alguien es la manera de reconocer voluntariamente superioridad, respeto, domino absoluto, representa un acto de honra. A los pies de Jesús desprendemos enormes bendiciones del cielo.

Existen otros actos de honra como servir o atender a alguien, pero el hecho de estar a los pies de una persona es símbolo de rendición y sometimiento a la propia voluntad.

Aconteció qué yendo de camino, entró en una aldea; y una mujer llamada Marta le recibió en su casa. Esta tenía una hermana que se llamaba María, la cual, sentándose a los pies de Jesús, oía su palabra. Pero Marta se preocupaba con muchos quehaceres, y acercándose, dijo: Señor, ¿no te da cuidado que mi hermana me deje servir sola? Dile, pues, que me ayude. Respondiendo Jesús, le dijo: Marta, Marta, afanada y turbada estás con muchas cosas. Pero solo una cosa es necesaria; y María ha escogido la buena parte, la cual no le será quitada.(Lucas 10:38-42)

Marta y María.

De acuerdo al relato de Lucas, notamos dos maneras de atender a Jesús; una es sirviendo con muchos quehaceres y otra es sentada a sus pies.

En ningún momento se menospreció la atención de Marta, pero una atención fue mejor que la otra; es decir que a los pies de Jesús obtenemos lo mejor, así mismo dice que era necesario.

Podría llegarse a pensar que esto no es digno de un Dios amoroso y misericordioso, pero en realidad cuando dice que es necesario, no está hablando por Él sino por nosotros. Él permite que nosotros accedamos a estar a sus pies porque rindiendo nuestra voluntad y dándole honra nosotros somos beneficiados.

Si Jesús dice que algo es necesario, a esto debemos ponerle atención, por lo que debemos ver cuales son los beneficios de permanecer a sus pies, y para ello debemos de ver en la palabra lo que representa estar a los pies de Jesús.

Bajo Sus Pies.

Porque DIOS HA PUESTO TODO EN SUJECIÓN BAJO SUS PIES. Pero cuando dice que todas las cosas le están sujetas, es evidente que se exceptúa a aquel que ha sometido a El todas las cosas. (1Co 15:27)

Dios ha decretado que todas las cosas quedarán sometidas debajo de los pies del Señor Jesucristo; Naturalmente, al someter todas las cosas bajo Él, Dios necesariamente se ha exceptuado a Sí mismo.

El Dios de paz pronto aplastará a Satanás bajo los pies de ustedes. Que la gracia de nuestro Señor Jesús sea con ustedes. (Romanos 16:20)

La victoria de Cristo está en sus pies, todo fracaso, perdida, escasez, enfermedad y cualquier pecado se trae a Sus pies. Es ahí donde obtenemos la victoria sobre toda situación o circunstancia.

Estando a sus pies estamos aplastando a la serpiente y recuperando la victoria de Cristo en la cruz del calvario.

Victoria En La Guerra Espiritual.

“Porque una mujer, cuya hija tenía un espíritu inmundo, luego que oyó de él, vino y se postró a sus pies. La mujer era griega, y sirofenicia de nación; y le rogaba que echase fuera de su hija al demonio. Pero Jesús le dijo: Deja primero que se sacien los hijos, porque no está bien tomar el pan de los hijos y echarlo a los perrillos. Respondió ella y le dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos, debajo de la mesa, comen de las migajas de los hijos. Entonces le dijo: Por esta palabra, ve; el demonio ha salido de tu hija. Y cuando llegó ella a su casa, halló que el demonio había salido, y a la hija acostada en la cama.” (Marcos‬ ‭7:25-30‬)‬‬

La hija de esta mujer estaba lejos y endemoniada, a los pies de Cristo nuestros hijos que están alejados serán liberados y salvados. Ella por su condición de gentil, tendría derecho de ese milagro hasta después de la Cruz de Cristo, pero por su fe y haberse postrado a los pies de Jesús aceleró el tiempo de su milagro.

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Victoria Sobre Toda Enfermedad.

Todos los enfermos eran puestos a los pies de Jesús para que Él los sanará. En Jesús hay sanidad interior y exterior. Acerquémonos a Él confiadamente, busquemos el oportuno socorro en Su presencia, pongamos nuestra vida a sus pies. Cualquier enfermedad que esté afectando nuestro cuerpo Él es poderoso para sanarnos.

“Pasó Jesús de allí y vino junto al mar de Galilea; y subiendo al monte, se sentó allí. Y se le acercó mucha gente que traía consigo a cojos, ciegos, mudos, mancos, y otros muchos enfermos; y los pusieron a los pies de Jesús, y los sanó;” (Mateo‬ ‭15:29-30‬)

Para ser transformado.

Postrándonos a sus pies tendremos el valor de reconocer lo que somos, logramos lo que no podemos con nuestras fuerzas, no hay nada que temer. A los pies de Jesús encontramos el verdadero propósito.

Viendo esto Simón Pedro, cayó de rodillas ante Jesús, diciendo: Apártate de mí, Señor, porque soy hombre pecador. Porque por la pesca que habían hecho, el temor se había apoderado de él, y de todos los que estaban con él, y asimismo de Jacobo y Juan, hijos de Zebedeo, que eran compañeros de Simón. Pero Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres. Y cuando trajeron a tierra las barcas, dejándolo todo, le siguieron. (‭‭Lucas‬ ‭5:4-8‬)

Una vez que vengas a los pies de Cristo nada podrá hacer que te apartes de su amor. Ningún pecado, ni la suma de todos los pecados de todos es más grande que su misericordia.

Por Adoración.

“Y he aquí, había en la ciudad una mujer que era pecadora, y cuando se enteró de que Jesús estaba sentado a la mesa en casa del fariseo, trajo un frasco de alabastro con perfume; y poniéndose detrás de El a sus pies, llorando, comenzó a regar sus pies con lágrimas y los secaba con los cabellos de su cabeza, besaba sus pies y los ungía con el perfume. Pero al ver esto el fariseo que le había invitado, dijo para sí: Si éste fuera un profeta, sabría quién y qué clase de mujer es la que le está tocando, que es una pecadora. ‭‭Lucas‬ ‭7:37-39

A sus pies todos tenemos acceso sin importar nuestro pecado. Atraerás su mirada, su atención estará sobre ti. Pasarás de ser el señalado a ser el ejemplo. No te defenderás tú, Él te defenderá.


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