Poder conocer el tiempo o la estación de cuando Dios hace algo nuevo en nuestra vida o nuestro entorno puede ayudarnos a entender muchas de las cosas por las cuales atravesamos.
Profeticé, pues, como se me ordenó; y mientras yo profetizaba, hubo un ruido. Y he aquí un temblor, y los huesos se juntaron, cada hueso con su hueso. (Eze 37:7 RVA2015)
Dios ordena a Ezequiel bajar a un valle que está lleno de huesos, y como lo describe la Escritura, secos en gran manera. El Señor le mostrará a Ezequiel qué es lo que va hacer con esos huesos secos, los convertiría en un ejército poderoso, grande en extremo.
Lo que aparentemente no tiene vida, el Señor lo convertirá en algo maravilloso.
Cuando Dios Hace Algo Nuevo
En varias ocasiones podemos encontrar que cuando Dios está próximo hacer algo nuevo regularmente se aprecian estas dos situaciones, se escucha un “ruido” y se siente un “terremoto”.
Siempre que aparecen esta clase de “ruidos” y esa clase de “temblores” o como dicen otras traducciones, conmociones, es porque El Señor está estableciendo algo nuevo o desarrollando una nueva estructura.
El pasaje de Ezequiel dice que se escuchó un ruido; palabra que tiene el mismo significado que la palabra voz; en hebreo es
Cuando oyeron la voz del SEÑOR Dios que se paseaba por el jardín en la brisa del día, el hombre y su mujer se escondieron de la presencia del SEÑOR Dios entre los árboles del jardín. (Gen 3:8 RVA2015)
Existen varias definiciones para esta palabra, es un sonido estremecedor, que para muchos no se puede distinguir, algunos los escuchan como truenos, como voz de guerra, ruidos muy fuertes. Pero debemos entender que Dios está empezando a establecer algo nuevo para nosotros.
Sonido de trompeta de Dios
Esta misma palabra se usa para describir el “sonido” de la trompeta, que representa o es una señal del poder de Dios.
Y sucederá que cuando toquen un sonido prolongado con el cuerno de carnero, y cuando oigáis el sonido de la trompeta, todo el pueblo gritará a gran voz, y la muralla de la ciudad se vendrá abajo; entonces el pueblo subirá, cada hombre derecho hacia adelante. (Jos 6:5 LBLA)
También se utiliza para describir el sonido de la trompeta anunciando que el arca de la presencia de Dios está entre Su pueblo.
David y toda la casa de Israel hacían subir el arca del SEÑOR con aclamación y sonido de trompeta. (2Sa 6:15 LBLA)
Podemos comparar con el mensaje de Juan el bautista, él era la voz que clamaba en el desierto, anunciando un nuevo mover de Dios. O con el profeta Elías cuando escuchó el ruido de la lluvia que venía para terminar con la sequía.
Entonces Elías dijo a Acab: Sube, come y bebe; porque se oye el ruido de una fuerte lluvia. (1Re 18:41 RVA2015)
El Sonido Del Espíritu Santo
Recordemos también que en el momento que el Espíritu de Dios vino sobre los discípulos reunidos en el aposento se escuchó un estruendo del cielo, un ruido como el de un viento recio, reuniendo a todas las personas que se encontraban en los alrededores.
De repente vino del cielo un ruido como el de una ráfaga de viento impetuoso que llenó toda la casa donde estaban sentados, (Hch 2:2 LBLA)
Diferentes tipos de sonidos o voces que brotan del cielo nos muestran que Dios hará algo en nuestras vidas, saber escuchar y poner atención a lo que Dios dice por medio de sus diversos instrumentos nos ayudará a comprender lo que Dios está pronto a realizar. Será necesario ejercitar los sentidos espirituales y saber cuando es que Dios está emitiendo un sonido celestial.
Por lo tanto no debemos prestar nuestros oídos para escuchar chismes y murmuraciones, ni a personas pesimistas que buscan sembrar rencillas o divisiones; hay sonidos y voces del cielo que lo que están anunciando es un mover nuevo de Dios.
El Sonido Que Confunde Al Enemigo
Cuando se había anunciado el final de la hambruna por parte del profeta Eliseo, Dios envió su voz haciendo confundir al ejército enemigo.
Porque el Señor había hecho que en el campamento de los sirios se oyera el estruendo de carros, el estruendo de caballos y el estruendo de un gran ejército, y se dijeron unos a otros: “He aquí, el rey de Israel ha contratado contra nosotros a los reyes de los heteos y a los reyes de los egipcios para que vengan contra nosotros”. (2Re 7:6 RVA2015)
Dios iba a despojar al enemigo, envió un estruendo, un ruido que confundió al ejército contrario; 4 leprosos arriesgados y dispuestos a enfrentarlo todo tomaron el botín de guerra; Dios está enviando sus sonidos del cielo para despojar a los enemigos y terminar con la miseria y escasez en su pueblo.
Los Terremotos
Posteriormente a la voz que anunciaba la integración y la unidad de los huesos se sintió un temblor; la tierra se movió debido al movimiento que estaba siendo provocado por la unión de los huesos.
Esta clase de movimientos produce inestabilidad, estos temblores son provocados por el trabajo de Dios. Provocan incertidumbre, la seguridad de tener los pies sobre la tierra se ve amenazado.
Cuando Dios hace algo nuevo siempre hay cambios, regularmente antes de esos cambios se producen inseguridades y sobre todo el temor a lo desconocido; y esto produce una especie de terremoto en nuestro suelo.
Recuerde que antes de la resurrección un terremoto sacudió la tierra.
Y he aquí, hubo un gran terremoto; porque el ángel del Señor descendió del cielo, y al llegar removió la piedra y se sentó sobre ella. (Mat 28:2 RVA2015)
La Adoración Hace Temblar La Tierra
Cuando Pablo y Silas estando presos alababan a Dios se vino un terremoto que estremeció el lugar, Dios estaba provocando un gran cambio en la familia del carcelero.
Entonces, de repente sobrevino un fuerte terremoto, de manera que los cimientos de la cárcel fueron sacudidos. Al instante, todas las puertas se abrieron, y las cadenas de todos se soltaron. (Hch 16:26 RVA2015)
Cuando Dios hace algo nuevo agitará nuestra zona de comodidad; nuestro espacio de seguridad será conmovido o agitado.
Fue entonces cuando los huesos se unieron y vino el soplo del Espíritu Santo, formando de ellos un gran ejército.
Miré, y he aquí que subían sobre ellos tendones y carne, y la piel se extendió encima de ellos. Pero no había espíritu en ellos. Entonces me dijo: Profetiza al espíritu. Profetiza, oh hijo de hombre, y di al espíritu que así ha dicho el SEÑOR Dios : “Oh espíritu, ven desde los cuatro vientos y sopla sobre estos muertos, para que vivan”. Profeticé como me había mandado, y el espíritu entró en ellos, y cobraron vida. Y se pusieron de pie: ¡un ejército grande en extremo! (Eze 37:8-10 RVA2015)
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