“Ciertamente él completará lo que ha determinado acerca de mí, y tiene en mente muchas cosas semejantes.” (Job 23:14)
Job entendió que para ese momento Dios no ha terminado con él, pero tenía la seguridad que él completaría la obra que empezó.
Podemos sentirnos frustrados con el progreso aparentemente lento que estamos atravesando en la vida.
Una de las frustraciones de nuestra vida es que el tiempo de Dios raramente es el mismo que el nuestro.
La Palabra de Dios dice que Dios ordena nuestros pasos.
“Por el SEÑOR son ordenados los pasos del hombre, Y el SEÑOR se deleita en su camino. Cuando caiga, no quedará derribado, Porque el SEÑOR sostiene su mano. Yo fui joven, y ya soy viejo, Y no he visto al justo desamparado, Ni a su descendencia mendigando pan.” (Sal 37:23-25)
Esto me ayuda a comprender que no avanzo sin rumbo, que no me muevo por mi cuenta, que hay un curso que debo tomar y que no puedo graduarme hasta que lo tome.
La Biblia está llena de ejemplos de cómo Dios usa un proceso “largo” para desarrollar carácter y constancia.
“Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. Y la constancia debe llevar a feliz término la obra, para que sean perfectos e íntegros, sin que les falte nada.” (Stg 1:2-4)
EL CASO DE MOISES
“Moisés suponía que sus hermanos reconocerían que Dios iba a liberarlos por medio de él, pero ellos no lo comprendieron así.” (Hch 7:25)
Ya en el palacio de Faraón, Moisés tenía claro que Dios iba a liberar a su pueblo por medio de él.
Pasaron 80 años para que Dios le encomendara su propio rebaño; 40 viviendo en otra cultura, con otra familia y bajo otras condiciones.
Pasó otros 40 años en el desierto cuidando ovejas que no eran de él.
Durante ese tiempo tuvo que atravesar momentos difíciles, incluso hasta peligro de muerte.
Los grandes personajes de la Biblia han crecido a través de problemas, tormentas y temporadas de sufrimiento.
Seamos pacientes con el proceso.
JESÚS EN LA CARPINTERÍA
Fueron aproximadamente 30 años los que Jesús pasó en la carpintería de su papá; esperando el momento indicado de Dios.
“Descendió con ellos y fue a Nazaret, y estaba sujeto a ellos. Y su madre guardaba todas estas cosas en su corazón. Y Jesús crecía en sabiduría, en estatura y en gracia para con Dios y los hombres.” (Luc 2:51-52)
Desde los 12 años Jesús sabía que tenía que estar en los negocios de su Padre, pero el tiempo no había llegado.
Era necesario estar sujeto a su padres y aprender en la carpintería.
DIOS NO HA TERMINADO CON NOSOTROS
Él promete terminar la obra que ha comenzado en nosotros. ¡Cuando Dios inicia un proyecto, lo termina!
“Estoy convencido de esto: el que comenzó tan buena obra en ustedes la irá perfeccionando hasta el día de Cristo Jesús.” (Fil 1:6)
¿Ha sentido alguna vez que no hay progreso en su vida espiritual?
Dios obrará en nosotros y nos ayudará a crecer en gracia hasta que perfeccione su obra.
Cuando esté desanimado, recuerde que Dios no lo abandonará.
Cuando se sienta incompleto o afligido por sus faltas, recuerde las promesas y provisiones de Dios.
No permita que su condición actual le robe el gozo o le impida crecer más cerca de Él.
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