Cada una de nosotras tenemos proyectos, sueños y metas por alcanzar. Pero para esto hay algo muy fundamental que debemos de poner en práctica en nuestra vida, constantemente debemos estar renovando nuestra mentalidad por medio del Espíritu Santo.
Una de nuestras metas por lograr es seguir creciendo hasta que seamos maduros como Cristo y compartamos su perfección. Y esto se logra sólo por medio del Espíritu Santo.
Sí es cierto que no será fácil cambiar una manera de pensar que hemos llevado por meses o posiblemente por años pero de algo podemos estar seguras, que no será imposible si tenemos comunión estrecha con el Espíritu Santo.
Renueva Tu Mente
Este paso nunca funcionará si crees en esa excusa que a veces usamos: “mi mente es tan negativa porque he pasado por cosas muy difíciles”.
Pues eso va en contra de lo que nos dejó el Padre en su palabra. En Él tenemos la oportunidad de renovar nuestra mentalidad a pesar de lo que hallamos pasado.
No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta. (Romanos 12:2)
Controla Tus Pensamientos
Cuando nuestro espíritu está en comunión con el Espíritu Santo, nuestra mente está bajo la influencia de la Palabra de Dios.
No existe temor, duda, soledad, baja autoestima, negatividad, acusación u otros sentimientos que sólo el enemigo aprovecha para poner en nuestra mente por causa de cualquier situación difícil que podamos estar atravesando.
Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. (Josué 1:8)
Cambia tu mentalidad
Para poder renovar nuestra mentalidad debemos filtrar todo lo que pensamos. Será la información que dejes reposar de la Palabra de Dios la que renovará tu mentalidad.
Alimenta tu mente con la Palabra de Dios y el Espíritu Santo la convertirá en revelación, es ahí que se produce tu nueva mentalidad.
Cuando llenas tu mente de la verdad de Dios, eres libre de todo lo negativo, todo pensamiento falso contrario a la verdad de su Palabra.
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. (Filipenses 4:8)
Tener a Dios en tu vida es saber que nada te ha de faltar.
Jehová es mi pastor; tengo todo lo que necesito. (Salmos 23:1)
Dí lo que crees, Nó lo que ves
No lastimes tu fe con lo que dices. No uses tu voz como termómetro que sólo lee la temperatura actual, se un termostato que cambie la temperatura de tu vida, cambia la atmósfera en tu alrededor con lo que dice Dios de ti y tu generación.
La Biblia está llena de promesas para nuestra vida y eso es lo que debemos de confesar en cada etapa de nuestras vidas, en las buenas damos Gloria a Dios, pero en las malas también debemos de confesar que Dios sigue siendo fiel y que todo obrará para bien para los que amamos a Dios.
Dios nos dio un ejemplo cuando vio el mundo hecho un caos, en tinieblas, vacío, sin forma, hubo algo que Él usó para transformar ese paisaje nada agradable.
Dios usó el poder de su Palabra, fue suficiente su Palabra para que todo cobrara forma, sentido, luz y vida.
La muerte y la vida están en poder de la lengua, Y el que la ama comerá de sus frutos. (Proverbios 18:21)
Alimenta Pensamientos Buenos
Los pensamientos malos siempre llegan, pero pueden ser expulsados de tu mente por medio de la Palabra de Dios. Pero los buenos pensamientos hay que cuidarlos.
De la misma forma que una semilla buena debe ser nutrida para que crezca y dé su fruto, así son los buenos pensamientos que pueden ser ahogados por cosas que enfrentamos día a día; problemas en el trabajo, tal vez algo inesperado que cambia la seguridad, estabilidad o la felicidad en nuestro hogar.
Las preocupaciones del diario vivir pueden tomar control de nuestra mente, ahogando los buenos pensamientos.
Nuestro trabajo es arrancar de raíz todo pensamiento que vaya en contra a lo que la Palabra de Dios nos dice.
Su Palabra está llena de promesas para cada mujer que desea tener la identidad e imagen de Dios en su vida.
Derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo. (2 Corintios 10:5)
Renovando Nuestra Mentalidad
Luego que has logrado tener un tiempo de entrenamiento para tu mente comienza a dedicar tiempo a conocer quién es Dios, medita en sus atributos, en todas las promesas que Él tiene para ti.
Lleva tu mente a un lugar en el que reconozca la plenitud de quien es Dios, deja que el Espíritu Santo expanda tu mente. Lo verás como el Majestuoso, Proveedor, Sanador, tu Salvador y como el Padre amoroso que Él es.
Aunque la higuera no florezca, Ni en las vides haya frutos, Aunque falte el producto del olivo, Y los labrados no den mantenimiento, Y las ovejas sean quitadas de la majada, Y no haya vacas en los corrales; Con todo, yo me alegraré en Jehová, Y me gozaré en el Dios de mi salvación. (Habacuc 3:17-18)
Cuando logramos llegar a tener una mentalidad transformada y reconocemos que dependemos de Dios para ser lo que Él dice que somos y lograr nuestros sueños, encontramos un lugar donde venimos a Él sin fingir como estamos o cómo nos sentimos y ese lugar es por medio de la Oración.
Intensifica Tu Oración
La oración es el único lugar en el que podemos ser reales y nos ser señalados. Es ante su presencia que no podemos ocultar quienes somos. Pero donde podemos ser renovadas y perdonadas.
Oh Jehová, tú me has examinado y conocido.Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme; Has entendido desde lejos mis pensamientos. Has escudriñado mi andar y mi reposo, Y todos mis caminos te son conocidos. Pues aún no está la palabra en mi lengua, Y he aquí, oh Jehová, tú la sabes toda. Detrás y delante me rodeaste, Y sobre mí pusiste tu mano. Tal conocimiento es demasiado maravilloso para mí; Alto es, no lo puedo comprender. (Salmos 139:1-6)
Ruego a Dios que hoy sea el día que tomes control de tus pensamientos y puedas nutrir y abrazar lo bueno, verdadero y perfecto que está en la Palabra de Dios para tu vida.
Será una decisión de todos los días, paso a paso, pero que realmente decidas ser esa mujer con la mente e imagen de Dios en ti.
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