Todos anhelamos poder tener y vivir en un hogar sano, estable, en paz y feliz.

Nos imaginamos poder disfrutar y darle a nuestra familia lo mejor emocional, económica y espiritualmente.

Pero para esto deberíamos de comenzar a analizar cuál debería ser el primer paso a dar; si aún no tenemos familia o si ya la tenemos, qué deberíamos de cambiar e implementar en nuestra familia para tener mejores resultados.

Mi Casa.

Para construir una casa hay varios aspectos que se deben considerar, uno es la ubicación. Saber si no está repoblado el lugar, si es inundable, entre otras cosas más.

Otro aspecto para construir una casa segura es el fundamento y para esto necesitamos buscar un buen arquitecto, así él sabrá decidir cómo se hará ese fundamento firme, seguro y supervisará la mano de obra, él sabe el diseño y estilo que deseamos tenga nuestra casa, los materiales que sean de buena calidad.

Otro factor que nos interesa es el interior de nuestra casa, que sea acogedor, limpio y bien decorado.

Y por último el arquitecto nos dejará saber si nos conviene expandir o hacer una extensión en la casa y el momento para hacerlo.

Estos pasos tal vez no son los únicos para construir una casa pero si son parte y de esa misma manera el edificar un hogar sano conlleva unos pasos importantes que debemos considerar.

“La mujer sabia edifica su casa; Mas la necia con sus manos la derriba.”‭‭ (Proverbios‬ ‭14‬:‭1)‬

Fundamento.

Como ya hemos visto una de las primeras cosas para construir es estudiar la ubicación donde hacer la casa, y hablando en términos de formar una familia deberíamos de analizar si aun no has formado una, es conocer la persona con quien se desea formar esa familia tan anhelada.

Conocer si tu corazón está listo, sano, para formar una familia. Pedirle al Padre dirección para saber elegir, y si ya tienes una familia pedirle al Señor sabiduría y la forma para comenzar a sanar ese corazón para que Él sea el centro de tu hogar.

“Todo aquel que viene a mí, y oye mis palabras y las hace, os indicaré a quién es semejante. Semejante es al hombre que al edificar una casa, cavó y ahondó y puso el fundamento sobre la roca; y cuando vino una inundación, el río dio con ímpetu contra aquella casa, pero no la pudo mover, porque estaba fundada sobre la roca.” (Lucas‬ ‭6‬:‭47‬-‭48‬) ‭

El Mejor Arquitecto.

No hay mejor arquitecto que nuestro Padre celestial. Él ya nos ha dado los planos, guías y herramientas para que nuestro hogar sea edificado firme y llene nuestras necesidades. Solo en su palabra encontramos el diseño perfecto que Dios creó para la familia.

“Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra.” (Génesis‬ ‭1‬:‭27‬-‭28‬)

Estilo y Personalidad.

Algo importante también es, ¿qué queremos proyectar de nuestro hogar, solamente nuestro estilo o el estilo de Dios? ¿qué proyectamos? su imagen, su carácter, amor, compasión, comprensión, misericordia, paz, fe.

Que nuestros hijos tengan en su corazón esa semilla de lo que es Dios en el hogar no solamente en la congregación donde todos podemos aparentar ser buenos cristianos. Pero que en la casa puedan ver, vivir y sentir lo mismo que nosotros como padres proyectamos afuera.

Un espacio donde se respire y nos inspire a ser mejor, a que no haya lugar para la ansiedad, para el ahogo emocional entre hijos y padres.

Que se pueda encontrar confianza, refugio, apoyo, comprensión. Que nuestra pareja encuentre respeto, admiración, deseo y amor. Que cada mañana deseen regresar porque es ahí donde encuentran seguridad en esos momentos difíciles que llegan en la vida, que juntos como familia oren, y busquen la dirección de Dios y sean de apoyo.

“Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; Y su marido también la alaba:” ‭‭(Proverbios‬ ‭31‬:‭28)‬

“El corazón de su marido está en ella confiado, Y no carecerá de ganancias.” (Proverbios‬ ‭31‬:‭11)‬

Materiales.

De la misma manera que nos preocupamos por usar los mejores materiales para nuestra casa, así debemos asegurarnos que tengamos de nuestra parte lo que nos ayudará a tener un hogar sano, firme y seguro en la roca.

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Es por medio del Espíritu Santo que nos da el deseo de intimidar con él por medio de la oración, ayuno, lectura de la Palabra y de esa manera nos capacita con sabiduría y guía para no dejarnos llenar de las opiniones que esta sociedad que no conoce a Dios nos quiera influenciar.

Solo por medio del Espíritu Santo que tendremos una familia sana y con la esencia de nuestro Padre Celestial.

“Y si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.”
‭‭Santiago‬ ‭1‬:‭5‬

“Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová.” (Josué‬ ‭24‬:‭15)‬ ‭

El Interior De Mi Casa.

El interior de una casa casi siempre refleja la esencia de la familia. Y es por eso que de la misma manera que nos gusta tener un hogar limpio, ordenado y bien decorado, de esa misma manera debemos asegurarnos que nuestro interior, nuestro corazón esté sano, limpio de toda raíz de amargura, odio, celos, dolor del pasado, porque eso será lo que pasaremos a nuestra generación, que nuestra mente esté renovada de todo lo que nos impide crecer y ser como Dios quiere que seamos.

Cuando entendemos y descubrimos esa importancia de tener nuestra mente renovada no hay espacio para que otra identidad que no sea la de nuestro Padre, ocupe lugar en nuestra familia. El saber que somos en Dios, y cuál es nuestra identidad nos da el poder de rechazar y romper con cualquier maldición generacional en todo el sentido de la palabra. Un corazón sano da una familia sana.

“Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que nos bendijo con toda bendición espiritual en los lugares celestiales en Cristo, en amor habiéndonos predestinado para ser adoptados hijos suyos por medio de Jesucristo, según el puro afecto de su voluntad, para alabanza de la gloria de su gracia, con la cual nos hizo aceptos en el Amado,”‭‭ (Efesios‬ ‭1‬:‭3‬, ‭5‬-‭6‬)

“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” (Romanos‬ ‭12‬:‭2‬)

Extención.

Antes de querer extender o añadir algo más en nuestra casa, debemos preguntar a nuestro arquitecto si conviene, si es el tiempo correcto y cuál es el mejor lugar para hacerlo. De esa misma manera debemos de analizar que estamos extendiendo a nuestros hijos, que beneficio tiene, será un buen legado o debería de evitar hacer esa extensión. No todas las costumbres que venimos trayendo de nuestras familias pasadas vale la pena continuarlas pasando a nuestras generaciones futuras.

Hay cosas que tenemos que renovar, evitar que nuestra generación las adopte, que solamente trae todo lo contrario a lo que el Padre celestial desea para nosotros. Hay que pasar la fe, la búsqueda al Padre, conocer las escrituras, una vida de oración, agradar a Dios antes que a nuestros deseos.

“trayendo a la memoria la fe no fingida que hay en ti, la cual habitó primero en tu abuela Loida, y en tu madre Eunice, y estoy seguro que en ti también.” ‭‭(2 Timoteo‬ ‭1‬:‭5)‬

Un Hogar Sano

Fuimos llamadas a ser edificadoras de nuestro hogar, decidamos ser la mejor versión de nuestra familia. Que nuestro hogar sea donde el Padre reine, gobierne y dirija cada etapa de nuestra familia.

“La mujer sabia edifica su casa; Mas la necia con sus manos la derriba.” ‭‭(Proverbios‬ ‭14‬:‭1)‬

Ruego a Dios que sea él quien nos guíe y nos ayude a dejar su legado, y no el nuestro. Hoy es el mejor momento para decidir que nuestro hogar, nuestros hijos, nuestra pareja le pertenecen a Dios.


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