Hay momentos que necesitamos provocar estar a solas con Dios. Estar en el lugar secreto.
Cuando decidimos intimidar con Dios y pelear por nuestra victoria, Dios se ve obligado o en la necesidad de bendecirnos. Simplemente porque Él es fiel a sus promesas.
A Solas Con Dios.
“Y se levantó aquella noche, y tomó a sus dos mujeres, sus dos siervas, sus once hijos, y pasó el vado de Jaboc. Los tomó, pues, e hizo pasar el arroyo a ellos y a todo lo que tenía. Así se quedó Jacob solo; y luchó con Él un varón hasta que rayaba el alba.” (Génesis 32:22-24)
Muchas cosas importantes suceden cuando entramos en ese lugar, tiempo o espacio donde sólo estás tú, la situación en la que te encuentras y Dios.
Es donde podemos exponer nuestra verdadera realidad sin temor a ser juzgados (no porque Él no pueda hacerlo, si no que no quiere) exponemos ante Él nuestros temores, dudas, luchas etc.
Lo hermoso es que ahí es donde nuestro Padre nos escucha y nos da lo que necesitamos no lo que queremos.
Dios no pudo con Jacob, hay oraciones que son tan poderosas que provocan que Dios actúe a tu favor.
Se Pierde Para Ganar.
“Y cuando el varón vio que no podía con Él, tocó en el sitio del encaje de su muslo, y se descoyuntó el muslo de Jacob mientras con Él luchaba.” (Génesis 32:25)
Perderás algo, te verás diferente, saldrás distinto pero ten por seguro que perderás para ganar.
“Y Él varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.” (Génesis 32:28)
El Lugar Secreto.
En el lugar secreto es donde nuestra identidad real sale a la luz, y donde Dios transforma todos nuestros pecados y nos perdona. Y da su identidad e imagen.
¿Cuál es nuestra identidad? el ser hijos. Y eso es algo que el enemigo nos quiere robar, el entender que somos hijos. Cuando sabemos que somos hijos, conocemos cuál es nuestro ADN; nuestras características, nuestras cualidades, nuestros rasgos.
“Y Él varón le dijo: No se dirá más tu nombre Jacob, sino Israel; porque has luchado con Dios y con los hombres, y has vencido.” (Génesis 32:28)
Que beneficios tiene el ser hijo: sentimiento de seguridad física como emocional
Y al entender eso, es donde nuestra oración cobra poder. Porque por fe creemos lo que somos, y eso nos da el poder y la confianza para acercarnos a Dios con una actitud de hijo.
Jacob sabía que ese encuentro que tuvo con Dios no iba a quedarse igual, Jacob sabía el secreto y la oportunidad grande que estaba frente a Él para recibir una bendición o milagro.
Hay Que Perseverar.
Él hizo lo que hace un hijo cuando anhela algo desesperadamente; persiste, es constante, no se da por vencido hasta que su padre le dé lo que quiere.
Los beneficios de saber que somos hijos es que sabemos que no estamos solos, que alguien tiene cuidado de nosotros, que nos cuida, nos guía, nos aconseja, tiene detalles con nosotros, un padre sabe lo que le gusta a su hijo, sabe cómo hacerlo sonreír, conoce sus gustos, pero también sabe cuales son sus limitaciones y aún así lo impulsa a ser mejor.
Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. (Romanos 8:37)
No es por nuestras fuerzas, menos nuestro conocimiento es por Él. Es por medio de esa relación y búsqueda con nuestro Padre que seremos más que vencedores en todo, porque ya Él venció todo en la Cruz del calvario.
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