El Nuevo Año 2020

Iniciamos el nuevo año 2020, agradecidos con nuestro Señor por la oportunidad que tenemos de empezar un ciclo de grandes expectativas.

Y a aquel que es poderoso para hacer todas las cosas mucho más abundantemente de lo que pedimos o pensamos, según el poder que actúa en nosotros, (Efesios 3:20 RVA2015)

Agradecemos al Señor por tener la oportunidad de entrar en un nuevo tiempo; un año nuevo confiados en Su maravillosa gracia. Cada inicio de año nos proponemos caminar de acuerdo a la voluntad del Espíritu Santo; alineando nuestras metas y planes a los propósitos de Dios, seguros y afirmados en la Palabra que nos recuerda que sus designios son los que prevalecerán.

Muchos planes hay en el corazón del hombre, pero solo el propósito del SEÑOR se cumplirá. (Pro 19:21 RVA2015)

Confiamos en nuestro buen Dios y en sus promesas, su fidelidad y amor incondicional manifestado a nuestra vida desde la eternidad; creemos en un tiempo de llenura sobrenatural del Espíritu de Dios, un tiempo el cual, como dice su Palabra: cosas que ningún ojo ha visto, ningún oído ha escuchado, ninguna mente ha imaginado, las que Dios tiene preparado para quienes lo aman.

Esas “cosas” nos fueron reveladas a nosotros por medio del Espíritu Santo; pues solamente Él conoce hasta lo más profundo de Dios.

El nuevo año 2020 despierte el hambre y la sed de la búsqueda de la presencia del Espíritu Santo, que nuestro corazón vuelva arder por la presencia de Dios.

Pero a nosotros Dios nos las reveló por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo escudriña, aun las cosas profundas de Dios. (1Co 2:10 RVA2015)

Medición 20/20

Alegóricamente podríamos denominar este año 2020 con la medición que se le diagnostica a una persona cuando su agudeza visual está en 20/20, término que se le da a una persona cuando su vista está en el rango de lo “óptimo”. Tiempo para ver con claridad lo que Dios tiene para su pueblo.

Esa era la oración del apóstol Pablo a la iglesia de Efeso, que los ojos del corazón fueran iluminados, y poder ver con claridad todas las cosas que Él tiene preparadas para nosotros.

Pido que el Dios de nuestro Señor Jesucristo, el Padre glorioso, les dé el Espíritu de sabiduría y de revelación, para que lo conozcan mejor. Pido también que les sean iluminados los ojos del corazón para que sepan a qué esperanza él los ha llamado, cuál es la riqueza de su gloriosa herencia entre los santos, (Efesios 1:17-18 NVI)

Los Ojos Del Corazón.

Abre mis ojos, para que vea las verdades maravillosas que hay en tus enseñanzas. (Salmos 119:18 NTV)

La vida cristiana se podría describir como conocer mejor a Dios día a día. Una amistad que no crece en intimidad constante tiende a desvanecerse con el tiempo, y eso es lo que sucede entre nosotros y Dios. A mayor comunión con Dios, mayor conocimiento y revelación de Él.

La promesa es que a su manifestación alcanzaremos la misma imagen de Dios, la cual se perdió con la desobediencia del primer Adán, así como lo escribe el apóstol Juan.

Amados, ahora somos hijos de Dios, y aún no se ha manifestado lo que seremos. Pero sabemos que, cuando él sea manifestado, seremos semejantes a él porque le veremos tal como él es. (1Jn 3:2 RVA2015)

Desde el huerto de Edén, el hombre recibió un trastorno visual; fue un cataclismo global, un cambio total en el estatus del universo, la Biblia dice que sus ojos fueron “abiertos”. Los ojos de sus corazones se abrieron para percibir que ya no eran inocentes, y los de sus cuerpos para contemplar que no eran exactamente como habían sido creados. Habiendo perdido esa luz envolvente de pureza que previamente cubría sus cuerpos.

El mundo sigue con los ojos “abiertos” viendo únicamente su naturaleza caída; ciegos a la realidad de Dios y de su amor. Alejados de Él y de Su voluntad. Así como era la oración del apóstol Pablo deberá seguir siendo la nuestra, que a la humanidad le sean iluminados los ojos del corazón para poder ver y conocer la esperanza que hay en Cristo. Los ojos de los hombres se abrirán.

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El Camino A Emaús.

Mientras conversaban y discutían, Jesús en persona los alcanzó y se puso a caminar con ellos. Pero ellos tenían los ojos incapacitados para reconocerlo. (Lucas 24:15-16 PER)

Este pasaje refleja la realidad de algunas personas, no pueden reconocerlo; curiosamente el nombre de Emaús significa personas despreciadas o en oscuridad. Al ir por el camino Jesús les explicó todo lo que la Biblia decía acerca de Él. Empezó con los libros de la ley de Moisés, y siguió con los libros de los profetas.

Es tiempo de retomar el mensaje de salvación; predicar a Cristo y a éste crucificado. Que el mensaje central sea Él. Abrir los ojos de las personas a través del mensaje del evangelio de Cristo.

Esto provocó que Jesús se quedará con ellos porque el día estaba llegando a su ocaso, sentados a la mesa compartieron el pan; al momento de partirlo los ojos de ellos se abren nuevamente.

Entonces se les abrieron los ojos y lo reconocieron, pero él desapareció.(Lucas 24:31 NVI)

Inicia un tiempo en donde Las Escrituras se abren revelando al Hijo de Dios, Palabra fresca y de restauración para todos los necesitados. Nuestro Dios hace brotar del corazón de sus mensajeros palabras de amor y esperanza para todas las personas.

Se abrirán entonces los ojos de los ciegos y se destaparán los oídos de los sordos; saltará el cojo como un ciervo, y gritará de alegría la lengua del mudo. Porque aguas brotarán en el desierto, y torrentes en el sequedal. (Isa 35:5-6 NVI)

La Cosecha Está Lista.

¿No dicen ustedes: “Todavía faltan cuatro meses para la cosecha” ? Yo les digo: ¡Abran los ojos y miren los campos sembrados! Ya la cosecha está madura; (Juan 4:35 NVI)

Es tiempo de tener la vista restaurada y ver la siguiente cosecha de almas para Cristo; la visión para este año debe ser dirigida al evangelismo y a la proclamación de las buenas nuevas de salvación.

Su Palabra nos direcciona nuevamente a “echar la red”; volver a las aguas aparentemente “vacías” y por su Palabra tirar la red, Él promete dejarse encontrar por aquellos que lo busquen. El nuevo año 2020 trae abundancia de almas.

Entonces ustedes me invocarán, y vendrán a suplicarme, y yo los escucharé. Me buscarán y me encontrarán, cuando me busquen de todo corazón. (Jer 29:12-13 NVI)

Que El Espíritu Santo de Dios nos dirija a crear estrategias efectivas de evangelismo para este tiempo; estructuras de crecimiento para equipar a los obreros; que la gracia y el favor del Todopoderoso nos abra las puertas y predicar su evangelio a toda criatura en todas las naciones de la tierra.

Levanta La Mirada.

Y Él dijo: Alza ahora tus ojos y verás que todos los machos que montan a las ovejas son listados, moteados y manchados, porque Yo veo todo lo que Labán te está haciendo. (Gen 31:12 BTX2)

Viene un tiempo de crecimiento abundante en los rebaños; Jacob había trabajado durante 20 años y en todo ese tiempo fue engañado por Labán, pero Dios que es fiel y bueno vio lo que había pasado con Jacob.

El tiempo de crecimiento en los rebaños se dará con ovejas posiblemente manchadas, o moteadas; personas que vendrán a los pies del Señor seguramente con muchos defectos y marcados por el pasado. Nuestro corazón debe estar preparado para recibir a los “manchados”; pero que serán limpios por la sangre de Cristo.