De las múltiples oraciones que vemos que Jesús hace sobre sus discípulos hay una de ellas muy importante, que tu fe no falle.

Quizá pudiéramos preguntar: porqué Jesús no rogó para que Satanás no pusiera a prueba a Pedro y lo librará de ser “sacudido”; por el contrario, Jesús rogó para que la fe de Pedro no le fallara en el momento de la prueba.

Las pruebas serán inevitables, en el mundo habrá aflicción, pero tenemos la confianza y seguridad que Jesús ruega por nosotros, y eso, según el apóstol Santiago debe ser motivo de gozo.

Hermanos míos, considérense muy dichosos cuando tengan que enfrentarse con diversas pruebas, pues ya saben que la prueba de su fe produce constancia. (Santiago 1:2-3 NVI)

La prueba de la fe produce algo en nuestra vida. La fe es productiva. Es como que la fe nos ayuda a invertir y que luego nos producirá resultados.

La fe es el capital más valioso que tenemos; y debemos tomar en cuenta lo que dice la Palabra de Dios, todo es posible para el que cree. Por encima de cualquier adversidad, que tu fe no falle.

La Promesa De Volver

Junto con la prueba viene la promesa de volver, en esta prueba Pedro no estaría solo. Jesús sabía que Pedro volvería y ahora con fortaleza para poder ayudar a sus hermanos.

Pero yo he rogado por ti para que tu fe no falle; y tú, una vez que hayas regresado, fortalece a tus hermanos. (Lucas 22:32 LBLA)

Para cada prueba que el Señor permite habrá una promesa para nuestra vida. Ahora es Pedro quien tiene la promesa de regresar para fortalecer a sus hermanos.

Jesús le dijo a Pedro algo muy hermoso: Cuando hayas vuelto a tu puesto, ayuda a tus hermanos a mantenerse firmes. Es como si le dijera: “Me vas a negar, y llorarás amargamente; pero el resultado será que estarás mejor capacitado para ayudar a tus hermanos que tengan que pasarlo.

No podemos ayudar a otro a menos que hayamos pasado por el mismo horno de aflicción o el mismo abismo de vergüenza.

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Jesús vio más allá de la prueba

El autor y consumidor de la fe es Jesús; Debido al gozo que le esperaba, Jesús soportó la cruz, sin importarle la vergüenza que esta representaba. Ahora está sentado en el lugar de honor, junto al trono de Dios.

Nuestro Señor pudo ver más allá del sufrimiento de la cruz, Él vio el gozo que le esperaba; la gloria reservada para Él era mucho mayor que el sufrimiento de la cruz.

Ahora nosotros, por la fe, viendo a Jesús, debemos aprender a ver las cosas que están por delante de las adversidades. Recuerde la fe produce, es momento de abrir los ojos y ver la producción que produce la fe en medio de las adversidades y pruebas.

Que Tu Fe No Falle

Nuestro Señor Jesucristo sigue como único mediador e intercesor nuestro delante del Padre y su oración sigue siendo la misma, que tu fe no falle.

Jesús intercede hoy para preservar a su pueblo, librándonos del pecado y guardándonos en el amor de Dios. Él no permitirá que nada, ni el temor, ni una caída personal, ni una acusación de Satanás, nos aparte del amor de Dios. En resumen, Él ora por nosotros tal como oró por su discípulo Pedro: “que tu fe no falle”.

Ver Lo Invisible

Es necesario ver más allá de la prueba; poner la mirada en las cosas que no se ven. Regularmente uno centra más la atención en las cosas que están sucediendo, hablamos más de lo que está aconteciendo que de lo que puede suceder. El apóstol Pablo aconseja buscar ver lo invisible.

Así que no nos fijamos en lo visible sino en lo invisible, ya que lo que se ve es pasajero, mientras que lo que no se ve es eterno. (2Co 4:18 NVI)


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