CONVIERTA LAS DEBILIDADES EN FORTALEZAS
¿Qué más voy a decir? Me faltaría tiempo para hablar de Gedeón, Barac, Sansón, Jefté, David, Samuel y los profetas, los cuales por la fe conquistaron reinos, hicieron justicia y alcanzaron lo prometido; cerraron bocas de leones, apagaron la furia de las llamas y escaparon del filo de la espada; sacaron fuerzas de flaqueza; se mostraron valientes en la guerra y pusieron en fuga a ejércitos extranjeros. (Heb 11:32-34)
Los hombres conocidos como héroes de la fe descritos en estos versos de la carta a los Hebreos alcanzaron lo prometido, lograron convertir sus debilidades en fortalezas, y se mostraron valientes en la guerra.
Dentro de estos hombres de fe aparece el nombre de un gran personaje llamado Sansón.
El cual tenía desde su nacimiento una misión específica, un llamado divino; Sansón empezaría a liberar al pueblo del Señor del dominio de los filisteos.
Todos tenemos una misión y un propósito en Dios, no estamos en esta tierra por casualidad, Dios nos escogió para andar en buenas obras preparadas de antemano para nosotros.
No somos un accidente del destino, ni mucho menos un error de la vida. En Cristo es donde encontramos el verdadero sentido de nuestra existencia.
Nosotros fuimos creados para alabanza de la gloria de su gracia. Escogidos antes de la fundación del mundo.
PERDIENDO EL RUMBO
Al leer la forma en la que se comportaba Sansón nos damos cuenta que siempre buscaba satisfacer sus propias necesidades y “caprichos” antes que hacer la voluntad de Dios y el cumplimiento de su llamado.
Su vida era un completo desorden y siempre buscaba llenar sus “vacíos” con los placeres de la carne.
Las incorrectas decisiones y los impulsos carnales fueron llevando a Sansón cada vez más a una vida problemática.
Nosotros fuimos creados para alabanza de la gloria de su gracia. Escogidos antes de la fundación del mundo. Click To TweetTODO OBRA PARA BIEN
Todo esto Dios lo permitió para cumplir su propósito eterno. El Señor puede utilizar nuestros deseos y decisiones para lograr sus propósitos soberanos.
Dios puede obrar de tal manera que las decisiones erróneas salgan para el beneficio final de su propósito. Dios quería rescatar a los israelitas del peligro de los filisteos
Todo esto lo llevó a perder su fuerza; a perder la visión, ser preso del enemigo y terminó por ser el “payaso” de los filisteos.
“Cuando ya estaban muy alegres, gritaron: «¡Saquen a Sansón para que nos divierta!» Así que sacaron a Sansón de la cárcel, y él les sirvió de diversión. Cuando lo pusieron de pie entre las columnas, Sansón le dijo al muchacho que lo llevaba de la mano: «Ponme donde pueda tocar las columnas que sostienen el templo, para que me pueda apoyar en ellas.»” (Jue 16:25-26)
CONVIERTA LAS DEBILIDADES EN FORTALEZAS
Nuestras oraciones son más fuertes que nuestras debilidades. La Biblia asegura que el que clama a Dios Él le responderá.
Sansón volvió a su fe, nuevamente puso su mirada en Dios.
“Entonces Sansón oró al SEÑOR: Oh soberano SEÑOR, acuérdate de mí. Oh Dios, te ruego que me fortalezcas sólo una vez más, y déjame de una vez por todas vengarme de los filisteos por haberme sacado los ojos.” (Jue 16:28)
La victoria empieza cuando Sansón oró al Señor; nuevamente él pone su mirada en Dios, acude a Dios con fe. Todo aquel que se acerca a Dios tiene que creer que existe y es galardonador de los que le buscan.
“En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan.” (Heb 11:6)
DIOS ES SOBERANO
Su oración inicia diciéndole Soberano Dios, Sansón reconoce que no hay nadie como el Señor. La Soberanía de Dios, es la interpretación de la Autoridad Divina de Dios.
Autoridad que tiene como Señor de todo lo creado, y le otorga el poder ilimitado para estar y ser, crear y diseñar dentro de todo lo que esté en sus planes perfectos.
“Pero él es soberano; ¿quién puede hacerlo desistir? Lo que él quiere hacer, lo hace. Hará conmigo lo que ha determinado; todo lo que tiene pensado lo realizará.” (Job 23:13-14)
ACUERDATE DE MI
¿Qué era lo que debía recordar el Señor de Sansón, qué episodio de su vida debía de venir a la mente del Todopoderoso. Qué cosas podían agradar a Dios al acordarse de él?
Lo único que podía venir a la mente de Dios era la promesa que Él mismo había hecho. El pacto que Él había establecido con los padres de Sansón.
Dios no se puede acordar de nuestros pecados ni de nuestras transgresiones, Él los lanzó al fondo del mar.
El Señor se acuerde de su misericordia y de cada una de sus promesas. Venga a su mente que somos nuevas criaturas.
“Acuérdate de la promesa dada a tu siervo en la cual me has hecho esperar. Esto es mi consuelo en mi aflicción: que tu palabra me ha vivificado.” (Sal 119:49-50)
FORTALEZA UNA VEZ MAS
“Y gritó: «¡Muera yo junto con los filisteos!» Luego empujó con toda su fuerza, y el templo se vino abajo sobre los jefes y sobre toda la gente que estaba allí. Fueron muchos más los que Sansón mató al morir, que los que había matado mientras vivía.” (Jue 16:30)
El Señor cumplió su plan a través de la vida de Sansón. Con su muerte mató a más filisteos que durante toda su vida. También en nuestra vida es necesario “morir” a nuestros planes para cumplir con el propósito de Dios.
Como lo decía el apóstol Pablo: Ya no vivo yo, Cristo vive en mí.
Debemos renunciar y dejar de apoyarnos únicamente en nuestros planes. El propósito de Dios es el que se cumplirá.
El corazón humano genera muchos proyectos, pero al final prevalecen los designios del Señor. (Pro 19:21)
Sansón volvió su fe al Señor, oró con todo su corazón y Dios lo escuchó. Oremos a Dios para que se recuerde siempre de su pacto de misericordia y de amor.
Busquemos al Soberano Dios con todo nuestro corazón, y hagamos que tenga memoria de su pacto eterno. Él hará que nuestras debilidades se conviertan en fortalezas.
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