Hagamos Lo Bueno

Hacer lo bueno está ligado o asociado a cosechar; sabemos que todo lo que se ha sembrado previamente es lo que se cosecha. La Biblia nos dicen que hacer lo que es bueno se convierte en una semilla que a su tiempo produce fruto. Hagamos lo bueno, porque cosecharemos mejor.

La palabra o el término bueno utilizado en este verso proviene del griego que se refiere a algo hermoso, bello, honroso o de alta calidad. Entre otros versos se utiliza para señalar la calidad con que Dios hizo las cosas.

Porque todo lo que ha sido creado por Dios es bueno, y no se debe rechazar nada si se toma con acción de gracias,(1Ti 4:4)

A diferencia de la palabra hacer el bien, que describe aquello que, siendo bueno en su carácter o constitución, y que es beneficioso.

Dios Lo Hace Todo Bueno

En la creación Dios siempre calificó su obra como buena. Hacer algo de alta calidad significa esfuerzo, dedicación, empeño; no importa a lo que uno se dedique, hay que hacerlo bien. Sin duda, esto puede agotarnos, es natural, a más esfuerzo más desgaste.

Fue nuestro Dios quien puso el “standard” de calidad al realizar sus obras; hacer las cosas bien hechas conlleva sacrificio.

Y el día séptimo había acabado Dios su obra que hizo; y descansó en el día séptimo de toda la obra que había hecho. (Gen 2:2)

Hasta nuestro Señor cuando hizo al hombre, que según las escrituras lo hizo muy bueno, al séptimo día tuvo que descansar.

A todo lo bueno que Dios hizo Él le puso una semilla por dentro, con el propósito de preservar lo bueno que había hecho. A la vegetación, a los animales y al hombre los hizo con semilla por dentro para su reproducción.

Como con Adán, su simiente o la semilla haría la guerra a la simiente de la serpiente. Esta le aplastaría la cabeza.

Pondré enemistad entre tú y la mujer, y entre tu simiente y la de ella; su simiente te aplastará la cabeza, pero tú le morderás el talón. (Gen 3:15)

Hagamos Lo Bueno Sin Cansarnos

No se canse de hacer lo bueno (Lo excelente, algo de calidad, relevante, digno) que a su tiempo cosechará. Para que poseer las promesas de Dios en nuestra vida es necesario hacer lo recto y bueno.

Y harás lo recto y bueno en ojos de JEHOVÁ, para que te vaya bien, y entres y poseas la buena tierra que JEHOVÁ juró á tus padres; Para que él eche á todos sus enemigos de delante de ti, como JEHOVÁ ha dicho. (Deut. 6:18)

El Sello De Distinción

La Biblia nos relata la historia de José el hijo amado de Jacob, quien fue vendido por sus hermanos a causa de la envidia.

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En su condición de esclavo José hizo prosperar la casa del egipcio, todo lo que hacía prosperaba y fructificaba. El Señor estaba con José.

Esa es la gran diferencia, El Señor está con nosotros; Él es quien nos hace prosperar en todo.

Que todo lo que hagamos tenga ese sello de distinción, la presencia de Dios en nuestra vida.

“Y el SEÑOR estaba con José, que llegó a ser un hombre próspero, y estaba en la casa de su amo el egipcio. Y vio su amo que el SEÑOR estaba con él y que el SEÑOR hacía prosperar en su mano todo lo que él hacía.” (Gen 39:2-3)

Terminamos recordando lo que el apóstol Pablo dice a Santiago, saber hacer lo bueno y no se hace, entonces también se está pecando.

El pecado, pues, está en aquel que sabe hacer lo bueno, y no lo hace. (Santiago 4:17)

En este contexto, hacer lo bueno es incluir a Dios en cada aspecto de nuestras vidas, vivir cada momento en dependencia de Él. Si sabemos que debemos hacer esto, y no lo hacemos, evidentemente estamos pecando.


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