El deseo de Dios es favorecernos y bendecirnos en todo tiempo; la fructificación y multiplicación son la recompensa de obedecer Su Palabra y de habitar en Su presencia.

Seguir perseverando en los caminos del Señor se transforma en múltiples e incalculables bendiciones para nuestra vida.

En el libro de Levítico encontramos el resultado de la obediencia a Dios.

“Yo les mostraré mi favor. Los haré fecundos. Los multiplicaré, y mantendré mi pacto con ustedes. Todavía estarán comiendo de la cosecha del año anterior cuando tendrán que sacarla para dar lugar a la nueva. Estableceré mi morada en medio de ustedes, y no los aborreceré. Caminaré entre ustedes. Yo seré su Dios, y ustedes serán mi pueblo. Yo soy el SEÑOR su Dios, que los saqué de Egipto para que dejaran de ser esclavos. Rompí las coyundas de su yugo y los hice caminar con la cabeza erguida.” (Lev 26:9-13)

Una Relación Estrecha

Volvemos a tener la oportunidad de buscar a Dios a profundidad y tener no una simple experiencia, sino una relación más estrecha con su Espíritu Santo.

Nuestro mayor anhelo debe ser sumergirnos completamente en el río de Su Presencia. Debemos dejar la orilla de la superficialidad y dejar que la corriente de su río nos inunde por completo.

Su gracia y favor estarán con nosotros, Él volverá Su rostro. Nos mirará con bondad, Se agradará de nosotros.

El año señalado para obtener la doble bendición de Dios es este. Todos los que soportaron el oprobio, la vergüenza y el dolor, cosecharan con regocijo una doble bendición.

Doble Honra

“Disfrutarán de una doble honra en lugar de vergüenza y deshonra. Poseerán una doble porción de prosperidad en su tierra, y una alegría eterna será suya.” (Isa 61:7)

Job soportó el tiempo de prueba, se mantuvo fiel y expectante de la promesa de Dios. No se doblegó ante la dificultad. La calamidad llegó a su vida y sobre su familia; perdió todo lo que poseía.

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Pero no pronunció palabra de despropósito en ningún momento, cuando aún tenía fuerza para levantar altar por sus amigos, Dios le restituyó el doble de lo que había perdido.

“Cuando Job oró por sus amigos, el SEÑOR le restauró su bienestar. Es más, ¡el SEÑOR le dio el doble de lo que antes tenía!” (Job 42:10)

Para todo aquel que sigue firme en la esperanza en El Señor le espera una doble bendición.

Doble Restitución

Seguramente ha habido sufrimiento o dolor; tristeza o lamento. Pero la fidelidad de Dios sigue firme. Hoy anuncia que nos devolverá el doble.

“y volverán llenos de esperanza a esas ciudades que parecen fortalezas. Si hasta ahora han sufrido, yo me comprometo en este día a hacerlos dos veces más felices.” (Zac 9:12)

Dios hará con su pueblo reivindicación de sus oprobios y sufrimientos, cambiará todo lamento y dolor en alegría; seremos dos veces más felices. Tendremos una nueva oportunidad, quitará de sobre nosotros toda vergüenza y hará que caminemos con la frente en alto.

El Deseo De Dios

Él ama tanto a Sus hijos que siempre ha querido tenerles cerca. Siempre busca, siempre pregunta: ¿dónde estás? llamándolos al arrepentimiento y al desarrollo de la fe.

Él será nuestro Dios y nosotros Su pueblo; acerquémonos confiadamente al trono de la gracia. con todo el corazón y con todas nuestras fuerzas. Nos volveremos a Él y Él se volverá a nosotros.

El Espíritu Santo nos anhela y desea una comunión más estrecha con Él. La mejor forma de prepararnos para lo que Dios ha planeado para nuestro futuro es concentrarnos en nuestros retos y responsabilidades presentes.

El deseo de Dios es que le brindemos una obediencia constante a lo largo de nuestra vida


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