A manera de introducción quiero decir que todo cambió en mi vida desde el momento que tuve mi encuentro con Jesús, quien me limpió, perdonó y restauró todo mi ser. Su perdón cambió todo mi entorno. Ahora puedo decir que el Señor me hizo hermosamente rota.
En estos tiempos que vivimos es un reto ser firmes y constantes en los caminos del Señor, seguramente no ha sido fácil principalmente porque cada una de nosotras hemos enfrentado situaciones del pasado que afectan esa firmeza; luchas internas que solo por medio de la misericordia de Dios hemos vencido.
Por eso debemos de ser intencionales en tener un tiempo de comunión con Dios y poder dejar un legado a nuestra generación de quién es ese Dios y lo que ha hecho por nosotras.
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel y justo para perdonar nuestros pecados, y limpiarnos de toda maldad.” (1 Juan 1:9)
Es por eso que no importa cuál haya sido el camino que tuviste que pasar, el fracaso que experimentaste, el pecado que cometiste, su perdón transformó en algo hermoso aquello que estaba roto, sin sentido o tal vez sin valor; algo que tal vez era indigno, Él le dio valor al tomarlo en su manos.
“¿No sabéis que los injustos no heredarán el reino de Dios? No erréis; ni los fornicarios, ni los idólatras, ni los adúlteros, ni los afeminados, ni los que se echan con varones, ni los ladrones, ni los avaros, ni los borrachos, ni los maldicientes, ni los estafadores, heredarán el reino de Dios. Y esto erais algunos; mas ya habéis sido lavados, ya habéis sido santificados, ya habéis sido justificados en el nombre del Señor Jesús, y por el Espíritu de nuestro Dios.” (1 Corintios 6:9-11)
Tu Pasado No Te Define
Dios quiere restaurarnos y llevarnos de gloria en gloria. El no nos juzga por lo que hicimos o dejamos de hacer en el pasado. Somos nosotras las que en ocasiones seguimos recordando lo que pudimos haber hecho, es así como quedamos estancadas en un pasado que solo impide que lleguemos a la medida que Él quiere o alcancemos el conocimiento correcto de quien es Dios en nuestras vidas y de la manera que él nos ama.
Al tener ese conocimiento verdadero no permitimos que las marcas del pasado dominen nuestro corazón, más bien permitimos que quien domine y se haga dueño de nuestro corazón y emociones sean las marcas de Cristo.
“hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;” Efesios 4:13
La Clave Es El Perdón
Tienes que decidir perdonar a quien te hizo daño pero también tienes que perdonarte a ti misma.
Comienza perdonando a quien provocó esa ruptura en tu vida sea emocional, espiritual y perdónate a ti misma, tal vez si te culpas por cosas que estuvieron fuera de tus manos y pasaron o si cometiste algún error Dios ya te perdonó, no debes permitir que siga tomando el control en tu presente y menos en tu futuro.
“No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.” Romanos 12:2
Para poder abrazar completamente lo que Dios tiene para ti debes renovar tu mente, aceptar que el pasado fue una etapa de tu vida y que ahora es un aprendizaje y muestra de la misericordia, amor y bondad de Dios para ti.
Un Nuevo Legado
Deja en el pasado no sólo lo malo si no también aquellos buenos logros o momentos, ya que debes de enfocarte en las nuevas oportunidades que Dios te da, un nuevo comienzo de ser esa mujer que Dios ya ha diseñado.
Que el legado que dejes a tu generación sea el que hay un Dios que transforma fracasos, divorcio, maltrato, engaño, decepción, soledad, malas decisiones o pecado y lo convierte en algo hermoso.
“Porque somos sepultados juntamente con él para muerte por el bautismo, a fin de que como Cristo resucitó de los muertos por la gloria del Padre, así también nosotros andemos en vida nueva.” Romanos 6:4
Ya en Dios lo roto ha sido transformado en algo nuevo, en algo para bendecir, ya tu pasado no te impedirá crecer y ser esa mujer extraordinaria en las manos del Señor.
Si es cierto que las consecuencias de los errores del pasado no se pueden evitar tal vez no fuiste esa mujer madura que eres hoy y permitiste muchas cosas en tu vida que no fueron las mejores, pero al venir al encuentro de Dios todo eso quedó en el pasado y ha sido transformado.
Ya hoy tienes la oportunidad de crecer, ser fiel a Él por medio de su palabra que es tu guía de vida.
Motivadores Para Tu Crecimiento
Todo lo que has vivido ha formado la mujer que eres hoy, tal vez piensas que no eres lo suficientemente capaz para lograr alcanzar tus metas, ser esa madre que tus hijos necesitan, ser esa esposa bienaventurada que tu esposo necesita, esa mujer capaz de edificar todo lo que llegue a ella. Pero la palabra de Dios que es nuestra guía nos da esperanza de que lo único que necesitamos es confesar nuestros pecados, entregar nuestro pasado en sus manos y permitir que Él haga de nuestras debilidades nuestra mayor fortaleza para nuestro crecimiento.
Que tu pasado no sea el motivo para pensar que no eres capaz de alcanzar tus metas y ser instrumento en las manos del Señor, decide hoy que tu pasado sea un escalón más para tu crecimiento, que todo lo que experimentaste sean motivadores en tu crecimiento y no aguijones que juzguen quien eres hoy.
“Y me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo.” 2 Corintios 12:9
Ruego a Dios que hoy puedas abrazar el perdón, la restauración y la transformación que él quiere darte. Decídete a soltar tu pasado, levantar tu cabeza y disfrutar lo que Dios ha hecho en tu vida. Hoy puedes decir con toda libertad: Por su gracia soy hermosamente restaurada.
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