El diablo o Satanás desde un principio ha querido romper la relación de Dios con el hombre; pretende a través de acusaciones, engaños y mentiras aislarnos de nuestra relación con Dios.

Al diablo lo expulsaron del cielo y con él a sus colaboradores; su principal misión es impedir que alcancemos nuestra unión con Cristo.

Desde la formación del hombre en el huerto vemos la intromisión del diablo en la obra de Dios, logrando engañar a Eva y separarlos de su constante comunión con Él.

“Y oyeron al SEÑOR Dios que se paseaba en el huerto al fresco del día. Entonces el hombre y su mujer se escondieron de la presencia del SEÑOR Dios entre los árboles del huerto. Pero el SEÑOR Dios llamó al hombre y le dijo: «¿Dónde estás?».” Gen 3:8-9

¿Dónde Estás?

Fue eminente que al engañar al hombre, satanás logró su cometido; provocó que el hombre se escondiera de la presencia de Dios. La pregunta ahora de Dios para el hombre es: ¿Dónde estás?

“Pero me temo que, así como la serpiente con su astucia engañó a Eva, los pensamientos de ustedes sean desviados de un compromiso puro y sincero con Cristo.” 2Co 11:3

Ahora la mente, pensamientos, creatividad ideas o razonamiento habían sido desviados o corrompidos. Desviados o apartados del compromiso con Cristo.

El diablo logró desviar los pensamientos, la mentalidad de Eva. Pablo no quería que los creyentes perdieran su amor por Cristo. Mantener a Cristo en el primer lugar de nuestras vidas puede ser muy dificultoso cuando tenemos muchas distracciones que amenazan desviar nuestra fe.

Así como Eva perdió su rumbo por escuchar a la serpiente, nosotros también podemos perder el nuestro al permitir que nuestras vidas estén saturadas y confundidas.

¿Hay algo que está debilitando su compromiso de mantener SU RELACIÓN CON Cristo?

¿Cómo puede librarse de las SEDUCCIONES que amenazan su devoción a Él?

MATE DE HAMBRE A LA SERPIENTE

“Dios el SEÑOR dijo entonces a la serpiente: «Por causa de lo que has hecho, ¡maldita serás entre todos los animales, tanto domésticos como salvajes! Te arrastrarás sobre tu vientre, y comerás polvo todos los días de tu vida.” Gen 3:14

El polvo de la tierra vendría a ser el alimento diario de la serpiente, sería los ambientes que frecuentaría para alimentarse. Como necesidad estaría buscando siempre un lugar con esas características para llenar su vientre. Constantemente querrá:

Desviar Nuestros Pensamientos
Destruir Nuestros Planes
Corromper Nuestros Razonamientos
Detener La Creatividad
Obstruir La Renovación Constante de Nuestra Mente

La Biblia nos relata la triste derrota del ejército de Josué a manos de un pueblo llamado Hai; era la segunda ciudad a conquistar. Debido a la desobediencia a las ordenes de Dios, Josué y su ejército perdieron esa batalla.

“El ejército israelita sufrió treinta y seis bajas, y fue perseguido desde la puerta de la ciudad hasta las canteras. Allí, en una pendiente, fueron vencidos. Como resultado, todo el pueblo se acobardó y se llenó de miedo. Entonces Josué rasgó sus vestidos y postró su rostro en tierra delante del arca del SEÑOR hasta el anochecer, él y los ancianos de Israel; y echaron polvo sobre sus cabezas.” Jos 7:5-6

Él se sintió derrotado, frustrado, confundido por la derrota; pensaba que hubiera sido mejor no llegar hasta ese punto.

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Josué se echó polvo sobre su cabeza, el alimento de la serpiente. Propició que su cabeza se llenara del ambiente en donde la serpiente o satanás se alimenta.

Constantemente habrán tropiezos, pruebas difíciles, es normal sentir temor y angustia; pero no se dé por muerto, por derrotado; no alimente la frustración, no pierda la esperanza.

Tenemos al Dios de la esperanza.

Josué se sintió fracasado, que la vida no tenía sentido. Se miraba destruído.

“No se amolden al mundo actual, sino sean transformados mediante la renovación de su mente. Así podrán comprobar cuál es la voluntad de Dios, buena, agradable y perfecta.” Rom 12:2

Deje los pensamientos pesimistas, egoístas y envidiosos. Renueve su forma de pensar. Cambie sus pensamientos negativos por positivos.

Aférrese a las promesas de Dios, lea la Palabra de Dios. Busque la presencia de Dios y deje que el Espíritu Santo llene todo vacío de su alma. No se ate con los dichos de su boca; sea optimista.

Te has enlazado con las palabras de tu boca, Y has quedado preso en los dichos de tus labios. (Pr 6:2)

Busque relaciones fructíferas, que le lleven a otro nivel de superación.

LA MENTE DE CRISTO

El enemigo busca atacar nuestra mente, el diablo sabe que atacando nuestra mente tiene una gran ventaja sobre nosotros, nuestra mente es poderosa y Satanás lo sabe muy bien.

Nosotros no debemos acomodarnos al pensamiento de otro, nuestra responsabilidad es ejercitar nuestra mente, nuestros pensamientos deben de buscar la productividad, nuestros pensamientos deben estar alineados a la mente de nuestro Señor Jesús, la Biblia lo dice claramente:

“¿Quién sabe lo que piensa el Señor? ¿Quién puede darle consejos?” Pero nosotros tenemos el Espíritu de Dios, y por eso pensamos como Cristo. (1Co 2:16)”

Los campeones piensan como campeones, los millonarios piensan como millonarios, las personas visionarias piensan en grande, la pregunta el día de hoy para nosotros es: ¿Cómo estamos pensando?

Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él. (Pro 23:7)

No hagamos de nuestros pensamientos y de nuestras mentes un “taller del diablo”; debemos transformarnos por medio de la renovación de nuestra mente. Si su manera de pensar cambia, todo su entorno cambiará también.

Dios tiene planes buenos, agradables y perfectos para sus hijos. Él quiere transformarnos en un pueblo con una mente renovada, vivos para honrarle y obedecerle. Debido a que Él quiere lo mejor para nosotros nos ha dado a su Hijo para que tengamos vida nueva. Ahora debemos ofrecernos con gozo en sacrificio vivo para su servicio.


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